12 de noviembre 2019 - 18:30

Cómo fue el plan para rescatar a Evo Morales de Bolivia

El exmandatario boliviano derrocado aterrizó en la Ciudad de México, tras un operativo del que participaron Argentina, Perú, Paraguay y México. Duró dos días.

Evo Morales, al llegar a México. 

Evo Morales, al llegar a México. 

El derrocado expresidente boliviano, Evo Morales, aterrizó este martes en México, gracias a un complejo “puente aéreo” que se organizó entre Argentina, Perú, Paraguay y México para resguardar su vida, la de su vicepresidente Álvaro García Linera y otros funcionarios.

"Mientras tenga la vida, sigue la lucha", sostuvo Morales al aterrizar en el aeropuerto de la Ciudad de México, donde reveló que a un miembro de su equipo de seguridad le ofrecieron u$s50.000 para que lo entregara.

"Gracias a Dios hemos rescatado con vida a Evo, a Linera (ex vicepresidente) y a una serie de funcionarios", afirmó el presidente electo Alberto Fernández, al explicar cómo fue el plan que permitió evacuar a Evo Morales de su país.

Todo comenzó este lunes 11 de noviembre, cuando Fernández y el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador mantuvieron contactos por teléfono para diseñar el plan.

A primera hora un avión de la Fuerza Aérea de México marca Gulfstream, modelo GV-SP G550, con matrícula XC-LOK y número de registro de aviación FAM3916 GLF5 partió del territorio azteca para ir a rescatar a Evo Morales y a sus funcionarios.

La Cancillería mexicana había obtenido permisos de libre tránsito aéreo de varios países, entre ellos Ecuador y Brasil, para la vuelta.

El presidente peruano Martín Vizcarra permitió un aterrizaje intermedio en Perú para que la nave pudiera abastecerse de combustible en Lima. Antes del mediodía, la aeronave aterrizó en Perú y quedó estacionado en la zona militar del aeropuerto internacional Jorge Chávez de Lima.

A las 20.30 (de la Argentina) partió de Lima al aeropuerto de la ciudad boliviana de Chimoré, en la provincia de José Carrasco, en el Departamento de Cochabamba.

Autoridades de facto bolivianas permitieron el ingreso de la aeronave militar a Bolivia, con lo que se pudo concretar la evacuación de Evo Morales de su país. “Hubo muchas ideas y vueltas. Hubo un primer intento de ir a buscarlo al mediodía y alguien en Bolivia dio orden de que el avión no ingrese y debió volver a Lima”, comentó Fernández.

Evo Morales, sus familiares, Linera, algunos ministros y funcionarios abordan el vuelo y parten a medianoche del 12 de noviembre.

Sin embargo, aquí sobrevendría un nuevo escollo. Vizcarra se negó a recibir nuevamente la nave de regreso en Perú por presiones internas. “Entonces tuvimos que buscar otro lugar, y apareció (Mario) Abdo con su generosidad, y Paraguay abrió el espacio aéreo para que cargue combustible y después tuvo que hacer todo el trayecto a México, pidiendo cruzar espacios aéreos, y se pudo lograr. Fue un gran trabajo de la Cancillería mexicana, que entre los dos fuimos sorteando los problemas”, continuó Fernández.

El aparato despegó de Bolivia rumbo a México, pero se vio obligado a hacer tierra en Paraguay. Álvaro García Linera bajó a la pista a saludar al embajador mexicano en Paraguay. El avión permaneció poco menos de cuatro horas en el aeropuerto internacional de Asunción, en la ciudad de Luque, donde se reabasteció de combustible.

A las 05.30 (de la Argentina) salió de Paraguay con destino final Ciudad de México. Ecuador que en un principio otorgó permiso para sobrevolar su espacio, lo denegó. Se arma una nueva hoja de ruta. La nave bordeó los límites fronterizos de Brasil, Bolivia y Ecuador hasta ingresar en aguas internacionales.

Evo y Linera aterrizaron en México a las 14 horas de la Argentina del 12 de noviembre. Tras dar una conferencia de prensa en el aeropuerto, Evo abordó un helicóptero militar que lo llevó a su nueva residencia.

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