Feroz ofensiva de chechenos

Nazrán, Rusia (EFE) - La guerrilla chechena lanzó ayer la mayor contraofensiva en muchos meses y atacó a las principales ciudades de la región, complicando el frente interno para Rusia en momentos en que el gobierno de Vladimir Putin moviliza tropas a las ex repúblicas soviéticas fronterizas con Afganistán.

Los ataques simultáneos se produjeron en la capital, Grozni, y en las ciudades de Gudermes, Argun y Nozhay-Yurt, y llevaron a que los altos mandos rusos asociaran ideológicamente a la guerrilla chechena con los autores de los atentados en Washington y Nueva York del 11 de setiembre.

Clave

El crecimiento de la guerrilla chechena, influenciado por el fundamentalismo islámico, fue clave para que Putin se sumara a la voluntad estadounidense de «terminar con el terrorismo internacional».

En un primer balance, el Kremlin aceptó que dos generales y ocho coroneles rusos murieron al caer un helicóptero abatido por los rebeldes.

El Ministerio de Interior checheno (leal a Moscú) indicó que en los ataques participaron unos 800 separatistas, y el titular ruso de Interior, Boris Grizlov, afirmó que sólo en el asalto a la segunda ciudad en importancia, Gudermes, tomaron parte hasta 300 combatientes rebeldes y lograron aislarla, a pesar de que funcionarios del Kremlin habían intentado más temprano desmentir la información.

La jefatura militar rusa en Chechenia identificó a los generales muertos como Anatoli Pozdniakov, subjefe de Operaciones del Ministerio de Defensa; y Pavel Varfolomeyev, representante de Personal de la misma cartera.

Además, murieron ocho coroneles del Estado Mayor General de las fuerzas armadas y los tres tripulantes del helicóptero MI-8, abatido por un cohete tierra-aire.

Los rebeldes, sin embargo, estimaron que las bajas entre los federales «se cuentan por decenas», según un comunicado de la oficina de propaganda chechena Kavkaz Center.

Baranov, máximo jefe militar ruso en Chechenia, vinculó esta guerrilla con el ataque terrorista del 11 de setiembre a los Estados Unidos, aunque como denominador común sólo citó que «allí fueron árabes, y aquí hay mercenarios árabes».

El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, antiguo KGB) reveló además que había inter-ceptado un CD con planos de un Boeing 737 y manuales para pilotos, en otra supuesta relación de los rebeldes separatistas con los atentados en los EE.UU.

El presidente Putin recibió la noticia de la explosiva situación en el balneario de Sochi, en su primer día de vacaciones.