Ley jubilatoria puede ser otra "125" para el gobierno
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Julio Cobos
Otros disidentes serán el salteño Juan Perez Alsina, los dos tucumanos de Fuerza Republicana, los catamarqueños Oscar Castillo y Marita Colombo, el santiagueño Emilio Rached, el sanjuanino Roberto Basualdo y aún está en duda el rionegrino Pablo Verani.
La semana pasada el Frente para la Victoria logró que 43 senadores aceptaran avanzar con la discusión, pero necesitaba llegar al número de 46 porque en ese momento había 66 legisladores sentados en el recinto. Así el proyecto será discutido este miércoles, pero el kirchnerismo aún está nervioso por el resultado.
Ayer, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, Fabián Ríos, afirmó que la oposición «rompió las lealtades en el Senado» al no respetar el acuerdo alcanzado en la comisión de Labor Parlamentaria para tratarloel miércoles pasado.
«Siempre cuando hubo un acuerdo de labor parlamentaria se respetó en el recinto. Nunca pasó que la oposición anunciara que no iba a respetar un acuerdo que no tenía 48 horas, sino tres semanas», dijo con relación a la pelea en el recinto y la derrota que sufrió el kirchnerismo «es una ruptura de un código de funcionamiento parlamentario importante».
Para Ríos no habrá cambios en el proyecto: «Uno no puede salir, como lo hicieron sectores de la oposición, a decir que la fórmula es confiscatoria o que no se entiende. En realidad, ésa no es la verdad. Cuando uno tiene que fundar algún cambio y lo tiene que hacer con razones.Y este tipo de mentiras, por ejemplo, sobre cómo funciona la fórmula, tiene que ser fundada».
Lo cierto es que más allá de los argumentos de la oposición, el gobierno tuvo que enviar a funcionarios como Carlos Tomada y Amado Boudou, director de la ANSeS, en varias ocasionesal Congreso para intentarconvencer incluso a su propiatropa sobre el proyecto que toda la oposición considera que no cumple con la movilidad previsional exigida por la Corte Suprema en el Caso Badaro. Pero, además, existe otro argumento que complica también al oficialismo: el Poder Ejecutivo no pudo aún garantizar que el incremento salarial a los jubilados sea superior a 5% en cada actualización -incompatible para calmar los ánimos con una inflación anual que supera 25%- y mucho menos cuando el primer incremento llegará a los bolsillos del sector pasivo recién en marzo de 2009.
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