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La elección a jefe de Gobierno porteño llegó también al Senado. Sin estar dentro de la agenda de sesión, algunos senadores provinciales se lanzaron contra la derogación de la ley Cafiero que limita la autonomía de la Ciudad y especialmente el traslado de la Policía. La reacción, que debió ser contenida por Rodolfo Terragno y Vilma Ibarra, era la que se esperaba desde hace tiempo: mientras los candidatos porteños piden la Policía propia, las provincias reclaman que sea la propia Ciudad la que la pague y no los fondos de la Nación.
CARLOS ROSSI (Frente-Nuevo, Córdoba). El 3 de junio se van a celebrar en la Ciudad de Buenos Aires, las elecciones para elegir el jefe de Gobierno porteño. Sistemáticamente, en cada programa televisivo o radial, en donde los candidatos defienden sus posturas y quieren enamorar a los votantes de la Ciudad de Buenos Aires, se acude al artilugio de echarle la culpa al Congreso de la Nación porque no derogamos la «ley Cafiero», razón por la cual ellos no puedenresolver el problema de la seguridad. Quiero decirle, señor presidente, que hay muchos proyectos presentados. Puntualmente, quiero citar dos: el 803, del cual son autores el senador Rodríguez Saá, la senadora Negre de Alonso y creo que también el senador Basualdo. Y el proyecto 3224 presentado por quien habla. Quiero hacer público, señor presidente, que no vemos la hora en que la Ciudad de Buenos Aires pueda tener su Policía propia, pagada con su presupuesto, de la misma manera que lo hacen todas las provincias de la República Argentina. Así lo hacen inclusive las más pobres, que tienen que pagar su Policía, sus bomberos y su Justicia. Realmente, me duele y molesta profundamente que crean que nosotros, desde el humilde federalismo del interior, venimos a obstaculizar que los porteños puedan tener su propia Policía. Queremos que la tengan. Adelanto mi voto favorable en este sentido: que tengan el Presupuesto y que se hagan responsables de la seguridad. Pero no me quiero sentir cómplice por negligencia o por silencio de lo que realmente está ocurriendo en los debates. Así que, señor presidente, solicito que se consideren con tratamiento preferencial estos proyectos, más algunos otros en los que se está trabajando en este sentido, para que realmente la Ciudad de Buenos Aires tenga la Policía pagada por sus recursos y el esfuerzo de los porteños, y no con el que están haciendo todos los argentinos. Miguel Pichetto (Frente para la Victoria, Río Negro). Parece que entramos en el debate libre. (Risas.) El Senado no es el resumidero o el basurero donde cada uno viene, vuelca y reclama cualquier cosa. Esto no es una venta libre; no es un mercado abierto donde cualquiera viene y dice cualquier cosa.
Rodolfo Terragno ( radical disidente, Cap. Fed.). Es cierto lo que señala el senador Pichetto en cuanto a que nos estamos apartando de lo planeado en algunos aspectos; y me refiero en particular a lo que ha señalado mi amigo el senador Rossi. Comprendo su inquietud, pero como senador que representa a la Ciudad de Buenos Aires tengo que señalar que es cierto que han habido muchos proyectos tendientes a derogar la «ley Cafiero», muchos provenientes de senadores del interior. Sin embargo, también es cierto que nunca se derogó esta ley, que sigue vigente, y que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no tiene la Justicia, ni la Policía, ni los bomberos, ni el transporte, ni el puerto. Y el reclamo legítimo que hace y deberá seguir efectuando la Ciudad, hasta que logre el objetivo, que por otra parte está marcado en la Constitución nacional, no es para que le paguen la Policía sino para asumir plenamente sus responsabilidades y tener los ingresos correspondientes.
Vilma Ibarra (Frente para la Victoria, Cap. Fed.). Coincido en que éste no es un tema que hoy esté en debate; y creo que vamos a tener una muy mala perspectiva si cada campaña electoral que se realice en todos los ámbitos provinciales y locales se introduce día a día en la discusión parlamentaria. Aclaro que cuando asumí como representante de la Ciudad de Buenos Aires presenté el primer proyecto para la transferencia de las competencias. Dicho esto, el problema de la autonomía de la Ciudad involucra mucho dinero. La verdad es que la Constitución nacional establece que las transferencias de servicios de la Nación a las autoridades locales, a partir de la reforma de 1994, tienen que efectuarse con las partidas correspondientes. Entonces, es mucho el dinero que se discute; y por eso hubo una alta resistencia de los distintos sectores provinciales, porque se debaten puntos de coparticipación. Así, se debaten aproximadamente 2 mil millones de pesos de Presupuesto. Por lo tanto, no es alegre decir «acá estamos todos de acuerdo con que la Ciudad de Buenos Aires tenga Policía», sino que debemos coincidir en muchos otros aspectos; y los porteños estamos dispuestos a discutir. Pero no creo que hoy estemos llamados a considerar este tema ni que la cuestión merezca esta liviandad en el trato. Creo que el proyecto que mencionó el propio senador Rossi también establece transferencias de Presupuesto; y la verdad es que el tema en discusión es básicamente el referido al dinero. Además, todos los sectores estamos involucrados en esto y dispuestos a discutir el asunto, pero hoy no fuimos llamados a considerarlo y todos sabemos de la dificultad del debate, particularmente los bonaerenses.
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