El trato preferencial que Hebe de Bonafini cosecha en Casa de Gobierno -tiene más acceso y mayor capacidad de «lobby» que la mayoría de los gobernadores- no le sirve para extender su influencia a territorio duhaldista, donde León Arslanian la excluyó de una convocatoria a organismos de Derechos Humanos para que opinen sobre su plan de seguridad.
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El ex jurista quizá merituó que la titular de Madres de Plaza de Mayo, más que aportar ideas, puede generar conflictos. Sobre todo, porque en esa mesa, convocada para el próximo martes al mediodía, estarán sentadas, además de Estela de Carlotto como presidenta de Abuelas, las integrantes de Madres Línea Fundadora, distanciadas del núcleo- Bonafini. El argumento que encontró Arslanian es válido pero llamativo: identificó a las «ocho entidades históricas de DD.HH.», de modo de dejar afuera a Bonafini. En cambio, asistirán el CELS; APDH rama Capital -este grupo tiene una escisión platense-; el Servicio de Paz y Justicia; el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos; la Liga Argentina por los Derechos Humanos; y la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
Por ahora, Bonafini no será de la partida, ni se sabe si le interesa serlo. De ser así, quizás active el teléfono rojo, llame a Olivos y logre que Néstor Kirchner le gestioné ante Solá una tarjeta VIP para ingresar en el despacho de Arslanian.
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