Miden los tiempos de la extradición
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Menem está procesado por «omisión maliciosa» por no haber registrado en su declaración patrimonial una supuesta cuenta en Suiza. Aunque este delito no está contemplado en las leyes chilenas como motivo de extradición (tampoco lo considera Suiza como una razón para levantar el secreto bancario), en el exhorto que el juez enviará a Chile dirá que Menem también está acusado de los delitos de lavado de dinero y falsedad ideológica de instrumento público.
Este es uno de los motivos por los que Oyarbide indicara expresamente que Menem está siendo investigado, además, por falsedad ideológica de instrumento público que prevé penas de 1 a 6 años de prisión, y lavado de dinero con condenas que van desde los 2 a los 10 años de cárcel.
En rigor, Oyarbide vendrá a repetir el esquema que en su paso por Suiza le recomendó poner en práctica la jueza Christine Junod para que tenga su equivalente con la jurisprudencia de otros estados. Aquella vez, Junod participó activamente en la búsqueda de figuras penales del código suizo que coincidieran con las argentinas en la causa por la supuesta cuenta que Menem siempre dijo estaba a nombre de sus dos hijos.
Cuando Oyarbide regresó al país comenzó a adaptar la acusación contra Menem de acuerdo con las exigencias de la Justicia suiza, y así de omisión maliciosa pasó a imputarle lavado de dinero.
El juez puso ayer mucho énfasis en subrayar que la orden de captura internacional que emitió contra Menem se debía a que el ex presidente «se autodeclaró en rebeldía», cuando advirtió que no pensaba viajar a la Argentina para prestar declaración ante la Justicia.
Cuando llegue a Cancillería el pedido de extradición de Oyarbide esa cartera estará en condiciones de remitir a Chile el pedido de extradición del controvertido Urso.
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