Otro caso de ántrax pone en alerta a la Casa Blanca y el FBI
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Las 300 personas que trabajaban en el edificio eran sometidas ayer a exhaustivos análisis.
La muerte por ántrax de Stevens -la primera en los Estados Unidos por esta causa en los últimos 25 años-, seguida del segundo caso de ántrax, empieza a suscitar notoria inquietud en este condado, ubicado al norte de la ciudad de Miami.
El caso de ántrax que afectó a Stevens había sido considerado «aislado» por las autoridades, tanto locales como federales, que aseguraron que no tenía en principio ninguna relación con una acción terrorista de carácter biológico.
Ayer, sin embargo, Ashcroft reconoció que las investigaciones en curso «pueden adquirir un carácter de tipo criminal», aunque de momento «no podemos llegar a conclusiones definitivas» sobre el origen de la bacteria.
Un reciente informe de Arthur M. Friedlander, jefe de la División Bacteriológica del cuerpo médico del ejército de Estados Unidos, aseguró que la bacteria del ántrax es mortal si es «rociada» desde el aire, y puede convertirse en un temible método de ataque bacteriológico.
• Averiguaciones
Las dos personas afectadas trabajaban en la editorial periodística American Media Incorporated, en Boca Raton, que publica diarios tabloide, entre los que se cuenta el «National Enquirer».
El lugar de residencia de las dos víctimas dista no más de setenta kilómetros de las viviendas temporales utilizadas por algunos de los terroristas que habrían perpetrado los atentados del 11 de setiembre pasado contra el World Trade Center y el Pentágono.
Los extremistas islámicos hicieron además averiguaciones en el área sobre el uso de aviones fumigadores, por medio de los cuales pueden ser esparcidas en el aire armas biológicas.
El edificio de la editorial periodística fue sellado por las autoridades sanitarias, en tanto que sus 400 empleados son sometidos a revisiones médicas y tratados preventivamente con antibióticos.
Tras la muerte de Robert Stevens, editor de fotografía de la editorial, las autoridades aseguraron que no había relación con un ataque biológico.
La enfermedad desencadenada por la bacteria del ántrax es mortal en la mayoría de los casos. En el siglo XX se registraron 18 casos en los Estados Unidos, el último en 1978.
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