Solá sin kirchneristas ni duhaldistas en gabinete
«No hay una carrera para expertos en Seguridad. Se logra con experiencia. Para mí, el que más la tenía, por sucesivas actuaciones, era Juan Alvarez (el renunciante). Se fue y elegí yo solo a Raúl Rivara. Es ingeniero agrónomo pero me asegura buen manejo de gente desde el sector público y el privado, ser conocido y apreciado por los intendentes, conocer al detalle la provincia de Buenos Aires, que vayamos a mantener el buen plan de la cuadrícula (1.700 patrulleros para recorrer un cuadrado de 10 cuadras en zonas bonaerenses), que vamos a vigilar delitos urbanos, piratas del asfalto, seguridad rural. Es empresario exitoso en el rubro cereales pero simultáneamente tiene una larga actuación política aunque no tiene especiales ambiciones. No tendrá la audacia de Alvarez ni sus relaciones mediáticas pero me brinda el resguardo de ser mi amigo y, fundamentalmente, no tiene miedo a asumir este cargo. Sólo me dijo: 'Si realmente me necesitás, disponé'. Así explicó ayer el gobernador bonaerense, Felipe Solá, la designación del nuevo titular de Seguridad, de 55 años, compañero de graduación y nacido en el mismo pueblo que el bonaerense, que asumirá mañana en su nuevo gabinete. En éste para el próximo período de 4 años, Solá no incluyó ni kirchneristas ni duhaldistas. «Con la Policía de la provincia tenemos un problema de eficiencia ahora, de corto plazo, y otro de mediano plazo que es saber hacia dónde debe orientarse esta institución. Esto no se soluciona cambiándole el nombre ni sustituyéndola de cuajo, porque es imposible», agregó Solá, quien consultó a León Arslanian y desechó a varios candidatos, entre otros a Eugenio Burzaco, un hombre leído en el tema y con un curso de seguridad en Estados Unidos que iba a aplicar sus ideas si ganaba Mauricio Macri la jefatura de la Capital Federal.
-
La Matanza: Fernando Espinoza acordó un aumento del 15% para municipales
-
Presupuesto 2025: Francos afirmó que "no está previsto que se convoque a sesiones extraordinarias"
Hasta allí llegaron sobre la medianoche, ya cenados, un feliz Rafael Magnanini y Raúl Rivara -con un nudo en el estómago porque le habían anticipado por teléfono su destino-, citados, de urgencia, por el gobernador.
• Señal clara
Esa es la señal más clara de que el bonaerense manoteó aquello que la necesidad y la inmediatez le dejaron cerca. Al punto que en su equipo supremo sólo se incorpora un funcionario nuevo: Indalecio Oroquieta, intendente de Tandil, ajeno al PJ, que irá a Agro y Producción.
El resto es producto de mudanzas y ascensos.
Raúl Rivara es el caso sintomático: sin gracia pero con voluntad, salta de Infra-estructura a Seguridad donde se ha hecho más que amigo de Julio De Vido. Lo mismo ocurre con Rafael Magnanini, exponente de eso bautizado felipismo posmoderno: manejaba la cartera agraria y ahora deriva en la estratégica Gobierno.
Los otros dos designados, que asumirán el martes 9, respetan un esquema idéntico. Eduardo Sícaro progresa de vice a ministro de Infraestructura y Eduardo Rodeado de sus ministros, Felipe Solá, ayer, en La Plata presenta su nuevo gabinete. Salvo Alfredo Meckievi, estuvieron todos presentes: Juan Pablo Cafiero (Desarrollo Humano), Ismael Passaglia (Salud), «Toco» González Fernández, Florencio Randazzo (jefe de Gabinete), Graciela Giannettasio (vicegobernadora), Hugo Corvatta (irá al BAPRO), Raúl Rivara (Seguridad) y Mario Oporto (Educación).
«Lalo» Di Rocco, senador electo y viceministro de Fede-rico Scarabino en Gobierno, ocupará Justicia, vacante dejada por Alfredo Meckievi.
Como una consigna de boy scout, Solá planteó ayer cuál es la prioridad para la era que -dice-comienza el 10 de diciembre, cuando asuma la Gobernación que se ganó en las urnas. «Gestión, gestión, gestión. No me importa otra cosa: la gente quiere que trabajemos», dijo.
Por eso, la mitad de su gabinete quedará en manos de «técnicos». A Gerardo Otero de Economía, Ismael Passaglia de Salud y Mario Oporto de Educación, se acoplarán Sícaro en Infraestructura y Oroquieta en Agro y Producción. También se puede incluir a Juan Pablo Cafiero de Desarrollo Humano.
Igual, la de Solá es una apuesta de alto voltaje: se abroquela en el gobierno con funcionarios fieles para evaporar la sospecha de intromisiones -como ocurrió con Juan José Alvarez en Seguridad-y focaliza su objetivo en desarrollar una buena administración.
• Respuesta
Es una forma de dar por superado el incidente parlamentario, esa pelea de catch de la que salió perdidoso: mañana jurará Osvaldo Mércuri como jefe en Diputados y el martes próximo, otro duhaldista, Antonio Arcuri, se mudará al despacho de vice del Senado.
Como respuesta, Solá saturó su gabinete de amigos y aliados. En las dos áreas más delicadas, por caso, quedarán felipistas puros. Rivara en Seguridad y su cu-ñado «Toco» González Fernández seguirá, como desde el primer día, en la Secretaría General.
Magnanini (Gobierno) y Di Rocco (Justicia) son dos espadas políticas que se acoplarán a Randazzo que seguirá como jefe de Gabinete. El primero pasó por el Instituto de Loterías castigando al duhaldismo; el segundo se gru-ñe hace años con José María Díaz Bancalari.
No avanzó, sin embargo, Solá sobre territorio minado. Ubicó leales en cada hueco disponible pero cedió a un duhaldista como Sarghini el Banco Provincia que por las investigaciones sobre créditos millonarios, es el pánico diario de Duhalde. Igual habrá al menos un felipista: Hugo Corvatta.
Lo demás lo completó por inercia. Gastón Guarracino, senador gracias al jefe de las «62» organizaciones Gerónimo «Momo» Venegas, irá como asesor de Gobierno, sillón del que la semana pasada expulsó a Carlos «Laucha» Díaz, trama deliciosa que valdría la pena relatar.
Los demás son aliados: Remo Carlotto (Derechos Humanos); la scarabinista Teresa García (Turismo) y Marcio Barbosa Moreira -hombre de Randazzo-en Modernización del Estado. Siguen además Ricardo Bozzani en Loterías y la sobrina nieta de Eva Perón, María Cristina Alvarez Rodríguez, en el Instituto Cultural.
Dejá tu comentario