29 de marzo 2005 - 00:00

También acusan al obispo Baseotto de discriminar

Facsímil de la nota de este diario del 8 de octubre de 2004, que reproduce tramos de la homilía del obispo Antonio Baseotto en la basílica de Luján.
Facsímil de la nota de este diario del 8 de octubre de 2004, que reproduce tramos de la homilía del obispo Antonio Baseotto en la basílica de Luján.
El gobierno hizo circular ayer un fallo donde el INADI ( Instituto Nacional contra la Discriminación) dictamina que el obispo Antonio Baseotto «cometió un acto de discriminación» durante la misa de cierre de la peregrinación de los militares a la Basílica de Luján.

La denuncia contra Baseotto fue impulsada por el vicepresidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Miguel Monserrat, el 7 de diciembre de 2004, y el 11 de marzo último, el Instituto sostuvo que el obispo en su alocución «descalificó el diálogo y el pluralismo» como pilares fundamentales del régimen constitucional democrático del país. Y sentenció que al realizar su descargo, Baseotto «no se desdijo de las expresiones vertidas en la homilía».

Durante el sermón, el obispo castrense -la máxima autoridad de la Iglesia Católica para atender a los militares- expresó: «La exigencia de identidad brota de la situación histórica por la que pasa nuestra patria en un mundo globalizado y confuso. Y brota de nuestra fe. En Europa, desdibujada en su identidad, que ha renunciado a sus raíces cristianas, el fenómeno musulmán produce un tembladeral y la lleva a una agonía inexorable, a un colapso como pueblo. Es hora de escarmentar en cabeza ajena y apostar por ser nosotros mismos. El coqueteo con una izquierda sin sustento ni prestigio después del Muro de Berlín y del desguace de la URSS, las ambigüedades mezcladas de complejo de inferioridad de un pluralismo anónimo e indefinido, el propiciar un diálogo que concluye inexorablemente en renuncias claudicantes...».

En su defensa, ante el INADI, Baseotto sostuvo que sus dichos fueron realizados con carácter estrictamente religioso y cultural, «carente de todo ánimo discriminatorio». Y fue dirigido a la feligresía católica en ejercicio de las facultades conferidas a la Iglesia Católica Apostólica Romana por el acuerdo entre la Santa Sede y la Argentina en octubre de 1966.

Con las firmas de Enrique Oteiza y Gustavo Puente, presidente y asesor letrado, respectivamente, el INADI se involucra en el peligroso rol de policía de ideas.

• Cuestionable

Así sostiene que la descripción de un fenómeno social como es la situación de los inmigrantes del mundo árabe y de religión musulmana en Europa puede resultar cuestionable por la particular visión del obispo que deviene en «peyorativa» y «desfavorable» para con los aludidos. «Resulta particularmente preocupante cuando indica que 'Es hora de escarmentar en cabeza ajena...', con lo que traslada el campo de su análisis desde Europa al territorio de nuestro propio país; con lo que podría -si siguiéramos este razonamiento a un extremo- constituir un llamamiento a ejercer la intolerancia o la xenofobia en la Argentina», apunta el dictamen.

El Instituto entendió que una expresión de estas características tiene un efecto mayor porque fueron dirigidas al personal de las Fuerzas Armadas.

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