5 de junio 2007 - 00:00

Variada, la historia del ballottage no enseña mucho

En estas horas cuando abundan los expertos en ballottage es bueno recordar que la experiencia del sistema en Europa y en América latina no permite extraer leyes generales de aplicación en todas las situaciones. La casuística es la que dicta lecciones que permiten diseñar escenarios eventuales en una segunda vuelta. Decir, por ejemplo, que es difícil que un candidato que gana la primera vuelta por 22 puntos y arañando 50% de los sufragios no triunfe en la segunda no es algo que surja de experiencias del ballottage. Son especulaciones más simples que surgen de observaciones sobre los bolsones de votos de los cuales pueden sacar los dos candidatos las adhesiones.

Entre las experiencias que el gobierno dice estudiar para sacar lección están las de Perú en 1990, la provincia del Chaco en 1995 y en Brasil en 2006.

En todas ellas hubo menos diferencia entre el ganador y el segundo que la que obtuvo Mauricio Macri frente a Daniel Filmus. Tampoco se registran resultados homogéneos entre esas experiencias. Mario Vargas Llosa venció en primera vuelta a Alberto Fujimorien 1990 por poca diferencia y éste lo doblegó abrumadoramente en la segunda vuelta.

En el Chaco en 1995 Carlos Tenev (PJ) le ganó en primera vuelta al radical Angel Rozas, que pudo dar vuelta el resultado en segunda, pero por poco más de un punto.

El año pasado, cuando buscaba Lula da Silva la reelección, venció en primera vuelta a Gerald Alckim por menos de diez puntos y en la segunda amplió esa diferencia a más de veinte puntos.

Dejá tu comentario

Te puede interesar