Sin Solá, Duhalde asumió y renunció como jefe del PJ bonaerense

Dejó el cargo a Díaz Bancalari. El encuentro fue en San Vicente. Felipe Solá y varios intendentes no asistieron en disconformidad por el reparto de cargos. Duhalde pidió apoyo a Kirchner.

Eduardo Duhalde renunció ayer a la formalidad de presidir el PJ de Buenos Aires, pero reafirmó su rol de conductor al llamar a sus seguidores a brindar un "apoyo decidido" a los gobiernos nacional y provincial y reivindicar al peronismo bonaerense como "el factor de estabilidad política más importante que tiene la política argentina".

En un escenario histórico para el justicialismo, como lo es la quinta de Juan y Eva Perón en San Vicente, Duhalde dijo que se está yendo de la política partidaria, pero antes de irse dejó algunos "consejos" para sus continuadores: el primero de ellos fue que "el peronismo no tiene otra posibilidad que sacar el país adelante".

Duhalde pidió entonces a los principales dirigentes del poderoso PJ bonaerense que no caigan en la "trampa" de los enfrentamientos internos, puesto que el partido de gobierno "no se puede dar el lujo" -sostuvo con énfasis- de restarle apoyo a Kirchner y a Solá, sino que tiene que "ayudar, ayudar y ayudar".

Tanto respaldo de Duhalde fue correspondido por la Casa Rosada en términos concretos, ya que desde allí llegaron -helicóptero presidencial mediante- el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro del Interior, Aníbal Fernández, quienes brindaron su apoyo al nuevo titular del PJ bonaerense, el diputado José María Díaz Bancalari.

Pero no hubo un gesto similar del gobernador Solá, quien faltó a la cita en San Vicente y en cambio hizo conocer una carta que envió a Duhalde en la que elogió el hecho de que el ex presidente haya "cumplido" con su palabra de renunciar a los cargos partidarios.

Es que la conformación de la nueva conducción del PJ de Buenos Aires dejó algunos heridos en el camino: por eso tampoco estuvieron en San Vicente los intendentes Alberto Balestrini (La Matanza), Raúl Othacehé (Merlo) y Julio Alak (La Plata), éste último descontento porque no lo designaron como secretario general del partido.

Como sea, el encuentro --empañado por la lluvia que cayó sobre San Vicente y buena parte de la provincia-- comenzó sobre las cuatro de la tarde, cuando Duhalde presidió la última reunión del Consejo saliente y presentó su renuncia a la presidencia del partido, que había ganado al encabezar una lista única en la interna del 21 de noviembre pasado.

Con una camisa celeste arremangada y transpirada, Duhalde dejó ante las principales figuras del PJ bonaerense un último consejo: "Antes que nada -dijo- nosotros tenemos que saber qué somos. Creo que no tenemos siquiera que pensarlo. Nosotros somos el gobierno".

Pero antes de retirarse por una puerta lateral, como quien se va para dejarle el "cartel" a sus "pichones", el ex presidente advirtió que "no es tiempo aún de hablar de candidaturas" que, en todo caso, serán producto de las "directivas" del flamante Consejo provincial del PJ el año próximo.

A nadie escapó, entonces, que Duhalde se iba pero antes dejaba marcada la cancha: el año que viene, para las elecciones legislativas, quien quiera ser candidato por el oficialismo en la provincia de Buenos Aires tendrá que sellar con él una alianza, una regla implícita que también le cabe a la primera dama Cristina Fernández de Kirchner.

Sin embargo, como para no alentar las especulaciones Duhalde agregó otro párrafo a su discurso de despedida y dijo con énfasis que "el peronismo de la provincia de Buenos Aires no negocia con el Presidente ni con el gobernador; jamás ha pedido un ministro o un funcionario; nunca reclamó apoyo económico o cargos".

Y como no podía ser de otra manera, habló con convencimiento del próximo nacimiento de la Unión Sudamericana -que él pilotea desde su rol de funcionario del Mercosur-, mientras su esposa Hilda "Chiche" Duhalde seguía atentamente sus palabras junto a otras damas del PJ provincial, como la vicegobernadora Graciela Giannettasio y las legisladoras Mabel Muller y Graciela Camaño.

También estuvieron en San Vicente -una quinta que Perón le compró a Mercante antes de llegar a la Presidencia- los dirigentes sindicales Hugo Moyano y Juan Manuel Palacios, y hasta hizo su reaparición el recientemente re-afiliado Aldo Rico, aunque llegó tarde a la cita.

En su discurso de asunción al frente del PJ bonaerene, Díaz Bancalari -que estará secundado por el intendente Hugo Curto (Tres de Febrero)- sostuvo que la estructura partidaria más poderosa del país "no es un círculo cerrado de dirigentes" y llamó a que "el peronismo vuelva a ser el eje motor del pensamiento nacional".

"Nosotros no nos vamos a hacer carne de ninguna actitud divisionista. Tenemos bien en claro el valor de la lealtad a Duhalde, que es nuestro gran conductor; y a Kirchner y a Solá, que son nuestros representantes institucionales", dijo Díaz Bancalari bajo la atenta mirada de "los Fernández".

Después cantaron la marcha peronista junto a los militantes que no habían podido ingresar al salón en el que se encuentra el museo de Juan y Eva Perón, y que por lo tanto sufrieron las inclemencias de una tarde lluviosa y barrosa en San Vicente.