20 de noviembre 2005 - 00:00

Alberto II es el nuevo príncipe de Mónaco

Asumió ayer el primogénito de Rainiero III al trono de Mónaco. La entronización se realizó en la Catedral monegasca, donde está enterrado su padre. Varios jefes de Estado asistieron a la ceremonia.

El Príncipe Alberto, ayer, duranter su entronización.
El Príncipe Alberto, ayer, duranter su entronización.
Mónaco (Télam-SNI) -. El príncipe Alberto II asumió ayer al trono de Mónaco con todos los ritos previsto, que incluyó una misa en la Catedral del Principado, a la que asistieron representantes de delegaciones extranjeras y de algunas casas reales.

La muerte de Rainiero III, el 6 de abril pasado, implicó la sucesión automática de Alberto quien se hizo cargo de la jefatura del Estado algunos días antes de la pérdida de su padre, debido a su imposibilidad de movilizarse.

La Catedral fue un escenario abierto a recibir las emociones de parte de la familia Grimaldi, teniendo en cuenta que allí están sepultados el príncipe Rainiero III y la princesa Grace Kelly.

Alberto, de 47 años, vestido con uniforme militar sobre el que lucían varias condecoraciones y flaqueado por sus hermanas Carolina y Estefanía, exhibió un rostro en el que no era difícil advertir sus esfuerzos por contener las lágrimas, mientras que las dos princesas lloraron durante el transcurso del oficio religioso.

Carolina, estuvo acompañada por su marido el principe Ernesto Augusto de Hannover, su hijo mayor Andrea Casiraghi, y John Kelly, un familiar estadounidense de la fallecida Grace Kelly.

El Papa Benedicto XVI envió un mensaje de felicitación y de buenos augurios, leído durante la ceremonia, oficiada por el arzobispo del Principado, Bernard Barsi.

En la iglesia, engalanada con 6.000 lirios y rosas y con las banderas de Mónaco y del Vaticano, se escucharon lecturas bíblicas y piezas musicales clásicas.

En tanto entre las ausencias reales la más notoria fue la de la Casa Real de España, que no envió ningún representante a Mónaco.

Observadores monegascos atribuían la ausencia, al enojo de Alberto con los españoles en la Asamblea del Comité Olímpico Internacional en la que se decidió la sede de los Juegos Olímpicos de 2012 que se realizarán en Londres.

En esa reunión en la que habían quedado como finalistas para esos juegos Paris, Londres y Madrid, el príncipe preguntó abiertamente a los representantes españoles sobre le problema de terrorismo en España.

Al término de la ceremonia religiosa se realizó un desfile militar del que participaron efectivos de las Armadas de Francia, Italia y Etados Unidos, cuyos navíos estaban fondeados en el Puerto.

La ceremonia y el desfile fueron seguidos por miles de monegascos que siguieron las alternativas por pantallas gigantes colocadas en la explanada del Palacio del Principado, desde cuyo balcón principal y una vez finalizados los actos centrales, se asomó la familia Grimaldi.

La figura de Rainiero está muy presente en su hijo Alberto, quien anteayer declaró a una emisora francesa, que durante el desarrollo de las distintas ceremonias: "pienso primero en mi padre y en todo lo que me enseñó, y todo eso me impregna de una gran emoción".

Asistieron la princesa Victoria de Suecia, vestida de rojo fuerte y con un gran sombrero, que se contraponía con el atuendo de Carolina, que lucía un traje azul oscuro, estilo década del 60'.

También participaron los príncipes Haakon de Noruega, Alois de Liechtenstein, Mulay Rachid de Marruecos, Joachim de Dinamarca y Feisal Biin Al Husein de Jordania, el Gran Duque heredero Guillermo de Luxemburgo y los condes de Wessex del Reino Unido.

Además estuvieron presentes el Nuncio vaticano en Francia, monseñor Fortunato Baldelli, el presidente de Islandia, Olafur Ragnar Grimsson, el jefe de Gobierno de Andorra, Albert Pintat y el presidente del Senado italiano, Marcello Pera.

Dejá tu comentario