17 de abril 2005 - 00:00

Alertan que precio de petróleo obstaculiza crecimiento

Lo advirtieron los ministros de finanzas de los países más ricos. Además, marcaron que otro factor que afecta el crecimiento es el gran déficit de EEUU.

Los ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales de los siete países más ricos del mundo (G-7) admitieron ayer que la disparada del precio del petróleo y los grandes déficits estadounidenses podrían poner en riesgo el crecimiento económico mundial en el corto plazo, y acordaron que se requieren "medidas vigorosas" para enfrentar esos obstáculos.

"Los mayores precios del petróleo representan un viento en contra y la expansión (económica) está menos balanceada que antes", indica el comunicado del G-7 emitido tras su reunión en Washington, previa a los encuentros de primavera del Fondo

Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). En líneas generales, los ministros del grupo que integran Estados Unidos, Canadá, Japón, Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia estimaron que la reactivación económica global sigue adelante de manera "robusta".

No obstante, según los funcionarios, "se necesitan acciones enérgicas para manejar los desequilibrios globales y promover el crecimiento".

Las naciones ricas admitieron su preocupación por el hecho de que el barril de petróleo se cotice a unos 50 dólares, cerca del doble que un año atrás, y que algunos analistas prevean que pronto llegará a los 100.

Esos precios provocan una desaceleración "pero la economía global seguirá creciendo en un buen nivel", afirmó el secretario del Tesoro estadounidense, John Snow, quien buscó dar un tono optimista a la visión expresada por el G-7 tras la reunión de sus ministros.

Snow incluso afirmó que, respecto de veinte años atrás, el impacto del petróleo caro es decididamente inferior, ya que "por cada dólar de producto bruto interno, los costos de la energía son cerca de la mitad".

"Estamos mucho mejor preparados de cuanto lo estábamos entonces, aunque es verdad que el impacto permanece y puede ser doloroso", sostuvo.

El comunicado del G-7 también convocó a Estados Unidos a reducir la elevada deuda del gobierno y a la Unión Europea (UE) a implementar las reformas estructurales que se necesitan para impulsar el crecimiento económico, mientras que pidió a Japón que continúe con la consolidación fiscal.

"Europa y Japón deben alcanzar los desafíos de la reforma estructural de manera de construir la base para el crecimiento", señaló Snow.

El ministro de George W. Bush reconoció que la deuda pública estadounidense es "aún demasiado grande", pero su reacción se limitó a una vaga promesa de "atender" el asunto, y al compromiso de presentar un "informe de progreso" en la próxima reunión del G-7.

El problema de la deuda de los países más pobres y su posible condonación por parte de las naciones industrializadas y los organismos multilaterales fue otro de los temas que generó discusiones, ya que no hay un consenso unánime sobre la mejor solución a adoptar.

Aunque la economía china estuvo ausente en el comunicado, Snow dijo que el "fuerte crecimiento económico (chino) hizo una enorme contribución a la expansión global", y destacó que China ya tomó varias medidas para prepararse para una mayor flexibilidad en su tasa de cambio, pero ahora debe cumplir con su retórica.

Además, el G-7 felicitó expresamente al presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, por su política económica y su decisión de no renovar el acuerdo del país con el FMI.

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