2 de octubre 2001 - 00:00

Atacó la ETA tras una etapa de calma

La explosión dejó cuantiosos daños materiales
La explosión dejó cuantiosos daños materiales
Vitoria, España (EFE, AFP) - La organización terrorista ETA hizo estallar ayer un coche bomba cargado con 40 kilos de dinamita frente al Palacio de Justicia de Vitoria que no causó heridos, pero sí cuantiosos daños materiales, a pesar de que la semana pasada el Ministerio del Interior español había considerado descabezada la capacidad logística de la banda.

El atentado se produjo en una zona en donde hay numerosos edificios oficiales (Vitoria es la capital del País Vasco) pero a las 5 de la mañana, cuando no hay actividad.

Los terroristas realizaron dos llamadas telefónicas para informar de la colocación del coche bomba, aunque señalaron horas distintas sobre su detonación para confundir a las brigadas antiexplosivos. Durante más de una hora temieron la existencia de un segundo artefacto.

Esta es la primera acción importante cometida por ETA desde los atentados contra Estados Unidos del 11 de setiembre que provocaron que casi todo el mundo se abroquele para condenar cualquier tipo de acción terrorista.

Dirigentes del gobernante Partido Nacionalista Vasco (PNV) estaban gestionando en círculos cercanos a ETA una tregua, según fuentes independentistas. Ello sumado a los golpes policiales que sufrió la banda en los últimos meses había alimentado la ilusión de que cesaran los atentados, esperanza que ayer se vio frustrada.

Desde diciembre de 1999, cuando la organización dio por terminada una tregua de poco más de un año, hicieron explotar 11 coches bomba. Los mismos junto a otras modalidades provocaron la muerte de 35 personas y heridas a 170.

La explosión sobresaltó y sacó de sus camas a los ciudadanos de Vitoria, que no sufrían una acción terrorista de este tipo desde febrero de 2000 cuando un vehículo con 20 kilos de explosivos mató al dirigente socialista
Fernando Buesa, y a su escolta Jorge Díez.

• Condena

El «lehendakari» (presidente en lengua vasca), el nacionalista Juan José Ibarretxe, condenó el atentado y expresó su convencimiento de que «al final, será la sociedad vasca la que va a acabar con ETA y va a acabar con la violencia».

Ibarretxe convocó para hoy a concentraciones de quince minutos ante las sedes judiciales de la comunidad autónoma vasca, con el fin de mostrar «la confianza» de la sociedad en la Justicia y «el rechazo más absoluto» a los atentados de ETA.

«Cada vez que ETA atenta lo hace contra todos. La violencia ciega debe acabar y para ello hay que poner en marcha todas las iniciativas posibles», destacó el presidente regional vasco. El ayuntamiento de Vitoria, con la abstención de Batasuna (considerado brazo político de ETA), condenó este «nuevo golpe a la democracia», e hizo un llamamiento a la población a mantener «la fortaleza y la serenidad».

El intendente de Vitoria,
Alfonso Alonso (del Partido Popular, PP), pidió que los discursos políticos no legitimen, «ni directa ni indirectamente a los que se dedican al terror».

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