Para ayudar a América Latina a enfrentar la turbulencia actual, el BID planea reabrir una línea especial de créditos de emergencia para los gobiernos de la región.
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Estos recursos de rápido desembolso, que podrían ser solicitados por países que sufren abruptas caídas en sus ingresos, deberán estar disponibles antes de fin de año, una vez que el directorio del banco lo apruebe.
Iglesias no precisó los montos que se facilitarán, que depende de los balances del banco, pero recordó que fueron entre 7.000 y 8.000 millones de dólares cuando se activó esta línea de crédito emergencia hace unos años para enfrentar la turbulencia desatada por la crisis asiática y la posterior moratoria rusa.
El BID activará al máximo sus instrumentos para el sector privado, aprovechando su papel de "catalizador" o multiplicar de recursos gracias a las garantías que puede otorgar.
También se activará una línea de crédito de emergencia para aeropuertos, si el directorio lo aprueba, dijo Iglesias.
Los recursos, que podrían ser tanto donaciones como préstamos, servirían para mejorar la seguridad de los aeropuertos y facilitar de nuevo el tráfico de personas y carga aérea a niveles previos a los devastadores atentados con aviones secuestrados en Estados Unidos.
En las últimas semanas se ha producido una "preocupante" subida en el costo de transporte aéreo, que afecta a países que exportan productos perecederos, como frutas, flores y pescado.
Iglesias advirtió que América Latina tiene grandes retos por delante mientras trata de superar el impacto económico mundial de los atentados que destruyeron a las Torres Gemelas de Nueva York y dañaron al Pentágono.
Sin embargo, la región está mejor preparada que hace una década y los problemas de origen externo.
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