Cae intendente de Pinamar acusado de extorsión. Caso eterno de política corrupta en un "K" de la primera hora

Buenos Aires - El intendente kirchnerista de Pinamar, Roberto Porretti, quedó envuelto ayer en un escándalo de proporciones luego de que la Justicia de Dolores ordenara su detención por el delito de presunta «extorsión» contra dueños de locales comerciales. Sin embargo, Porreti logró esquivar las esposas al interponer un pedido de eximición de prisión que, aunque le fue denegado, le permitió permanecer en libertad al menos durante las próximas 48 horas.

En medio de la conmoción, el Concejo Deliberante se reunió de urgencia y creó una comisión investigadora presidida por el titular de ese cuerpo, Rafael De Vito, quien podría asumir como intendente interino si se procesa a Porretti. Precisamente, el concejal respaldó las denuncias contra el jefe comunal y aseguró que Porretti habría participado, además, de una maniobra en la que se pidió una coima de 175 mil pesos a una empresa de recolección de residuos, a fin de extenderle el contrato.

La orden judicial también alcanzó a su secretario de Gobierno, Aldo Leonian, que no corrió la misma suerte y fue detenido, bajo la misma acusación. Esposado, el funcionario llegó por la tarde a Dolores para declarar ante la fiscal de la causa, María Fernanda Hachman, titular de la UFI 3, por el delito de extorsión, que podría llevarlo a la cárcel con una pena que va desde los 5 hasta los 10 años de duración. Anoche, el funcionario quedó preso tras haberse negado a declarar argumentando problemas de salud. También algunas versiones aseguraban que Porretti se habría presentado a declarar en forma espontánea.

Porreti, que asumió el 10 de diciembre tras vencer por escaso margen al vecinalista Blas Altieri, se salvó por segundos de quedar preso debido a que fue alertado de la inminente orden judicial por sus colaboradores mientras realizaba un reportaje en una radio local.

Sorprendido por la denuncia en su contra, el kirchnerista apeló rápidamente a despegarse del presunto delito: «Si se prueba algo, entonces habrá sido responsabilidad de Leonian, que es el que aparecería en los videos», le dijo a este diario un hombre del riñón de Porretti. Una traición que el empresario hotelero Leonian -devenido ahora en funcionario municipal- no imaginó cuando aportó fondos para financiar parte de la campaña del candidato del Frente para la Victoria.

Lo cierto es que el jefe comunal protagonizó ayer un verdadero sainete judicial y un escape casi de película: mientras dialogaba al aire con periodistas de «Radio Nativa», desde la pecera de control su vocero de prensa agitaba los brazos dando señales desesperadas para que el intendente cortara la entrevista. «Quería que cortáramos la nota, pero estábamos hablando y había oyentes al aire. Seguimos cinco minutos más, pero el voceroinsistía en cortar. Nos llamó la atención, pedimos explicaciones. Porretti se puso nervioso, nos saludó y se fue», contó un periodista de esa radio.

Afuera todo era confusión. Mientras la fiscal se bajaba del auto acompañada por funcionarios policiales para concretar la detención, Porretti salió por la puerta trasera del estudio y de un salto se montó en su automóvil. Desde allí recorrió los pocos kilómetros que separan Pinamar de Valeria del Mar para presentar un pedido de eximición de prisión.

En tanto, el fiscal general del distrito, Luis Defelitto, explicó que se comunicó con la procuradora general de la Corte, María del Carmen Falbo, para ponerla «al tanto» de las actuaciones que se desarrollan en el marco de esa causa.

«Los pasos procesales son los siguientes: se notifica a la defensa del rechazo del pedido de eximición de prisión y esta tiene 48 horas para apelar ante la Cámara de Garantías. Si apela, hay que esperar a que la cámara decida cómo procede», expresó el fiscal general.

Entre las pruebas recogidas en el expediente, existiría la efectivización de un pago «de tres cuotas de $ 30 mil» cada una, que habría recibido el imputado para habilitar el funcionamiento de los locales bailables El Alma-Ku ubicados en una zona residencial de Pinamar, en el camino a Ostende, Valeria y Cariló. En ese marco, colaboradores del jefe comunal habrían sido filmados mientras incurrían en el delito de cohecho.