4 de noviembre 2008 - 00:00

Con cinco jefes de policía Scioli cree traerá seguridad

El gobernador, junto a sus ministros de Justicia y Seguridad y el jefe de Gabinete, anunciaronlos cambios en la estructura de la fuerza policial.
El gobernador, junto a sus ministros de Justicia y Seguridad y el jefe de Gabinete, anunciaron los cambios en la estructura de la fuerza policial.
Buenos Aires - Frente al creciente malestar por la inseguridad en la provincia, el gobernador Daniel Scioli anunció ayer una reestructuración de la Policía Bonaerense destinada a profundizar la lucha contra el delito.

La iniciativa incluye la división del territorio en cuatro grandes regiones (tres en el conurbano), que contarán ahora con un jefe policial propio -un superintendente de Seguridad destacado en el lugar, con la potestad de poder ejercer un «control directo»- para mejorar la operatividad de las tareas y perfeccionar el seguimiento de los efectivos.

La medida busca apuntalar el trabajo del desbordado actual jefe de la fuerza, Daniel Salcedo, aunque en la práctica termina licuando la figura de un cacique policial único.

«Queremos que las cúpulas policiales estén en la calle; la idea es aumentar controles y optimizar el trabajo», aseguró el ministro de Seguridad, Carlos Stornelli.

En sintonía, ayer el Ejecutivo provincial ingresó en la Legislatura el proyecto de reforma del Código de Procedimiento Penal, que limita las excarcelaciones y dispone que la alternativa a la prisión preventiva sólo se podrá establecer en el caso de mujeres embarazadas o con niños, ancianos y enfermos terminales. También transforma tribunales en juzgados unipersonales para agilizar las causas penales.

«Siento que estamos dando respuesta a una demanda contundente de la sociedad en cuanto a poner límites en la situación de excarcelaciones, que luego deriva en reincidencias que traen consecuencias trágicas y familias destruidas», dijo Scioli.

REFORMA DE LEYES

La otra embestida que protagoniza el ex vicepresidente es el debate de una baja en la edad de imputabilidad de los menores, a 14 años, para el caso de delitos graves. «No quiero tratar a los menores como adultos», advirtió ayer.

El mandatario también adelantó que el próximo jueves mantendrá una cumbre con legisladores provinciales y nacionales, miembros de la Corte, fiscales y jueces «para trabajar en conjunto contra el flagelo del delito».

En paralelo, el gobierno reveló, además, la remoción de varias jefaturas departamentales, entre ellas la del Conurbano Norte, jaqueada tras el asesinato días atrás del ingeniero Ricardo Barrenechea en el partido de San Isidro.Allí Jorge Nasrala -quien encabezaba la Delegación Departamental de Morón- reemplazará a Adrián Luongo, quien fue pasado a retiro.

Otro relevo se produjo en la Jefatura Departamental Zárate-Campana, a cargo de Marcelo Funes -también pasado a retiro-, que tendrá como jefe a Mario Caballero, hasta ahora en la Distrital Matanza Noroeste.

Con la política de regionalización de la Policía y el virtual lanzamiento «a la calle» de la cúpula de seguridad, el mandatario busca reforzar la tarea llevada adelante por Salcedo, al anexarle una base conformada por los cuatro superintendentes.

Sin embargo, Stornelli se preocupó por enfatizar que la jefatura policial se mantiene, «por lo que hay una unidad de conducción». En las últimas horas, Scioli había admitido que «el gran esfuerzo» de las autoridades del área y de la Policía provincial «no cumple con las expectativas que tiene la ciudadanía».

ORGANIGRAMA

El nuevo mapa de acción policial dividirá ahora a la provincia en las zonas Norte
(a cargo del superintendente Salvador Baratta, ex titular de Comunicaciones); Sur, con Ernesto Aragüez -ex titular- de la Policía Buenos Aires-2-; Oeste, al mando de Claudio Fernández; e Interior, con Héctor Martínez a la cabeza. En esas regiones se agruparán las actuales 32 departamentales de seguridad de la provincia. La superintendencia Norte incluirá a las jefaturas departamentales Conurbano Norte, Pilar, San Martín y Zárate-Campana; la Sur, las departamentales Lanús, Almirante Brown, Quilmes y La Plata; la Oeste, La Matanza, Morón, Merlo y Moreno; y la Interior, las 20 Departamentales restantes.

De esta manera, el nuevo organigrama policial incluirá la jefatura a cargo del superintendente Daniel Salcedo y la subjefatura del coordinador de Seguridad, Juan Carlos Paggi, mientras que por debajo de éste estarán los cuatro nuevos superintendentes de Seguridad y, luego,las 32 Departamentales y las Jefaturas Distritales.

La estrategia fue oficializada por el mandatario, hombro a hombro con el jefe de Gabinete, Alberto Pérez; con Stornelli y con el ministro de Justicia, Ricardo Casal.

En ese marco, Stornelli destacó que los hombres elegidos para ocupar las nuevas superintendencias «tienen mucha calle y comisaría y han demostrado eficiencia en los lugares en los que se desempeñaron en la lucha contra el delito».

El funcionario anticipó, además, que serán disueltas las superintendencias de Operaciones Aéreas, de Custodia y Trasladado de Detenidos, de Comunicaciones y de la Policía Buenos Aires 2, dependencias que ahora tendrán el grado de direcciones generales.

EL DETONANTE

Los cambios se producen luego de que la inseguridad se instalara con fuerza en la agenda pública bonaerense, tras el crimen de Barrenechea en San Isidro. Ese crimen alentó la concreción de varias concentraciones de vecinos en pos de mayor seguridad tanto en ese partido como, por caso, en la ciudad de La Plata y en la propia Plaza de Mayo.

Según Scioli, se trata de un «abordaje integral en la batalla contra la delincuencia en el espacio público». «Para ello es fundamental el rol del Estado, que debe resguardar la vida de la gente honesta», enfatizó.

Si bien reconoció que la reforma no implica una mayor cantidad de efectivos policiales en la calle, el mandatario recordó que desde su asunción «se asignaron a tareas de prevención más de 4.000 nuevos policías».

Con el delicado tema de la inseguridad claramente instalado en la agenda, hoy Scioli desembarcará en América TV para participar de los clásicos almuerzos de Mirtha Legrand junto con cuatro de sus ministros.

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