21 de septiembre 2007 - 00:00

Denunció fraude Capitanich (¿se da vuelta resultado?)

En medio de la tensión en Chaco, Jorge Capitanich salió a denunciar ayer que en el Tribunal Electoral se está urdiendo un fraude para arrebatarle su ajustado triunfo en las urnas. Mutaron así los roles: hasta el momento, quien denunciaba irregularidades era el radical Angel Rozas, que se sigue considerando mandatario electo. Mientras tanto, la Junta Electoral decidió suspender anoche el escrutinio definitivo hasta tanto se garantice la seguridad necesaria. Horas antes, militantes del PJ habían agredido a su titular, a quien acusan de jugar a favor de Rozas. A este ritmo, el grotesco chaqueño amenaza con empequeñecer el escándalo cordobés y poner en un nuevo aprieto a Néstor Kirchner.

Angel Rozas
Angel Rozas
Chaco - En virtual espejo de la agitación social que se vive en Córdoba, el Tribunal Electoral decidió anoche suspender el escrutinio definitivo de los muy ajustados comicios chaqueños hasta tanto le garanticen la seguridad necesaria para su funcionamiento.

La medida fue dispuesta luego de que ese recuento clave desencadenara nuevas denuncias de supuesto fraude -aunque esta vez, por parte del gobernador electo, según el conteo provisorio, Jorge Capitanich- y en una escalada de tensión y violencia que -advierten- pone ya en grave riesgo la paz social, con finales institucionales impredecibles.

El miércoles a la noche fueron agredidos el presidente del Tribunal Electoral, Ramón Avalos -y otros miembros-, por parte de militantes del PJ alineados con Capitanich, quienes lo acusan de supuesta parcialidad a favor del radical Angel Rozas, por haber sido nombrado durante su gestión.

En paralelo, sorprendió ayer Capitanich con una doble embestida judicial que puso en duda la transparencia del escrutinio definitivo y que obligó a suspender ese conteo clave.

«Detectamos serias inconsistencias y, fundamentalmente, diferencias entre lo que era el resultado de la pantalla y lo que se volcaba después en la impresión; queremos saber si hubo modificaciones en el programa», explicó el apoderado del PJ, Jorge Alcántara, por la mañana.

Hasta el momento, los cuestionamientos habían brotado sólo desde la oficialista Alianza Frente de Todos, a partir de denunciar supuestas irregularidades en el recuento provisorio (por la confección errónea de telegramas), que terminó consagrando el domingo la victoria de Capitanich sobre Rozas por sólo 2.005 votos.

En su presentación de ayer ante el Tribunal Electoral, el Frente Chaco Merece Más recusó a Avalos y pidió la suspensión del escrutinio -que efectivamente se produjo durante toda la jornada de ayer- para concretar una auditoría informática por parte de la Policía Federal o la Gendarmería.

Sin embargo, ambas pretensiones fueron rechazadas por el tribunal, por lo que el conteo se iba a reanudar a las 8 de hoy. Pero anoche, la Junta decidió suspenderlo por falta de garantías para la seguridad de sus miembros.

La actuación del tribunal desató la indignación en el PJ, en cuyo seno definían anoche la concreción de una presentación judicial para denunciar que se intenta consumar un fraude durante el escrutinio definitivo.

«Lo más grave es la manifiesta parcialidad del Tribunal Electoral», disparó Capitanich desde Buenos Aires. «La actitud de Avalos de establecer estrategias que pretenden urdir un fraude electoral de su mandante, Angel Rozas, tiene un límite, que es la ley», castigó al titular del tribunal, quien -dijo- «podría ser acusado de prevaricato e incumplimiento de los deberes de funcionario público».

«Se puede quebrar la paz social si el Tribunal Electoral no actúa con responsabilidad», advirtió Capitanich, además de lamentar que la Justicia electoral «no aceptó el recuento de los votos nulos ni la fiscalización informática», por lo cual pidieron la suspensión del proceso.

«¿Buscan que estalle la provincia?», se preguntó por su parte Alcántara, además de enfatizar que «esto se encamina hacia un fraude electoral» y que «por situaciones similares se dispusieron intervenciones federales».

Mientras tanto, en un clima de agitación, anoche algunos militantes del PJ convocaban a un cacerolazo -como el que ayer llevó adelante el perdidoso Luis Juez en Córdoba-, mientras que varios apoderados de partidos que apoyaron a Capitanich decidieron «atrincherarse» en el tribunal para «cuidar las urnas», ante la sospecha de que «se prepara un fraude».

Previamente, el presidente de la UCR, Hugo Maldonado, aseguró que el frente no incitará «jamás» ningún movimiento «que insinúe la mínima desestabilización en la provincia» y que «la sociedad necesita la serenidad de sus dirigentes».

En paralelo, aclaró que consideran que el escrutinio definitivo se desarrolla con « normalidad» y que no se opondrán a ninguna «auditoría, control ni fiscalización que se requieran», además de afirmar que no temen «al extremo de tener que contar voto por voto, de ser necesario».

Horas antes, Avalos había enfatizado que se brindaron a los apoderados partidarios «todas las garantías» en pos de la transparencia del escrutinio, mientras que el presidente de la empresa provincial Ecom Chaco, Cristian Vaernet, defendió el escrutinio definitivo y atribuyó los cuestionamientos a que «hay muchas mesas con diferencia entre el telegrama y el escrutinio definitivo».

Respecto de la delicada situación que atravesaron los funcionarios judiciales el miércoles a la noche, previamente habían permanecido virtualmente secuestrados por « varias horas», al no poder salir del edificio por el grado de convulsión de los manifestantes del peronismo, ante la pasiva presencia -enfatizaron desde el tribunal- de «altos dirigentes del PJ».

Finalmente, se animaron a salir, luego de que la Policía les armara un vallado de «sólo dos metros». Pero no alcanzó. «Militantes del PJ me agredieron de palabra y golpearon los vidrios de mi coche, así como a integrantes del tribunal», denunció Avalos, además de lamentar el no haber recibido en ese momento una protección adecuada, pese a haberla pedido -dijo- al Ministerio de Gobierno local.

Según el presidente del comité capital de la UCR, Sergio Vallejos, se trató de una «actitud patoteril» que, además, impidió la salida del apoderado y de los fiscales radicales.

Ante este escenario, ayer Avalos le reclamó al ministro de Gobierno del radical Roy Nikisch, Hugo Matkovich, que garantice la seguridad e integridad física de los integrantes del Tribunal Electoral.

  • Medidas

    Por de pronto, ayer el edificio fue protegido por un fuerte dispositivo de seguridad, con dos grandes vallas que impiden la circulación de vehículos, para habilitar sólo el ingreso de apoderados, fiscales, empleados y periodistas.

    Frente a la escalada de tensión, la Iglesia Católica -también como lo ocurrido en Córdoba- salió a bregar por la necesidad de mantener la paz social. «La vida de nuestra sociedad no comienza ni termina con este acto electoral», sostuvo la Comisión Arquidiocesana de Justicia y Paz. También se sumó al clima tenso una nueva protesta de los piqueteros agrupados en el combativo MTD 17 de Julio, quienes por la mañana quemaron neumáticos frente al edificio de Lotería Chaqueña para exigir la entrega de alimentos.

    Pese a lo ajustado de los comicios, Néstor y Cristina Kirchner no dudaron en recibir en la Casa Rosada el martes a Capitanich como gobernador electo. Sin embargo, fue sugestivo que el actual senador nacional festejara por lo bajo en ese momento el haber sido confirmado por el matrimonio presidencial al frente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, y como parte de la estratégica comisión de revisión de los decretos de necesidad y urgencia.
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