11 de marzo 2002 - 00:00

Duras críticas de Brasil al FMI por crisis argentina

El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, criticó hoy duramente el proteccionismo comercial de los países desarrollados y las "maniobras contables" del Fondo Monetario Internacional (FMI) que perjudican a Latinoamérica y el Caribe.

"Es necesario ser coherentes", dijo Cardoso en su discurso durante el acto de apertura de la 43 Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que se celebra en Fortaleza (Brasil) hasta el 13 de marzo.

Cardoso subrayó que "el proteccionismo y el libre comercio chocan. No se puede pedir a los países subdesarrollados que abran sus mercados y al mismo tiempo limitarles el acceso a los mercados de los países desarrollados".

La Asamblea reunió hoy a los presidentes de Brasil, Ecuador (Gustavo Noboa), Perú (Alejandro Toledo) y a 46 ministros de economía y presidentes de bancos centrales.

"Todos sabemos que la reciprocidad y la liberación del comercio son complemento indispensable para los esfuerzos de Latinoamérica para insertarse en la economía mundial", dijo Cardoso, que está en el último año de su segundo término presidencial.

Al cuestionar el sistema contable que usa el FMI, acusó a ese organismo de tener un método que juzga distinto a las economías de Europa y a las de América Latina.

Pidió "buscar políticas e instrumentos más creadores para garantizar un mayor equilibrio en el sistema financiero", cuyas crisis frecuentes afectan más los países en desarrollo y la sustentabilidad de sus reformas.

Durante esta Asamblea, los delegados han destacado como los flujos financieros hacia la región prácticamente están estancados desde hace cuatro años en niveles muy bajos.

Cardoso pidió al FMI aumentar la cuota de acceso de los derechos especiales de giro, como se llama la unidad contable que utiliza esa institución en sus programas de financiación a los países.

Esta tesis, dijo, la ha presentado antes en público y en privado, y ha causado "irritaciones".

No obstante, la semana entrante la llevará a la Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo, que reunirá en Monterrey (México) a los países que integran la ONU.

Un aumento en el acceso a los fondos que suscriben los socios, haría que "el FMI tuviese una capacidad más eficaz y pueda ayudar en momentos de crisis", dijo Cardoso, que subrayó que el sistema del Fondo tampoco cuenta las deudas de Latinoamérica de la misma forma que mide las de Europa.

Al dar un préstamo, explicó, se considera endeudamiento el monto global, en lugar de diluirlo en el tiempo. Esto limita la capacidad de acceso y "reduce la posibilidad de buscar nuevo financiación".

Cardoso, preguntándose la razón de este trato diferente, dijo que no ha obtenido respuestas.

"Hasta ahora la respuesta que nos dieron fue como si nosotros fuésemos analfabetos... Pues no lo somos", dijo el presidente en medio de los aplausos de los asistentes.

En una intervención previa a la de Cardoso, el peruano Alejandro Toledo dijo que "el gran compromiso es darle un rostro humano a la globalización y la competitividad", para atacar los niveles de pobreza en la región.

En la misma línea el ecuatoriano Noboa advirtió que "mientras haya pobreza en el sur, no habrá paz en el norte", en alusión a como las injusticias en el mundo en desarrollo perjudican a las naciones más ricas.

Por su parte, el presidente del BID, el uruguayo Enrique Iglesias, calificó de "decepcionantes" los resultados económicos obtenidos por América Latina y el Caribe durante 2001.

Las previsiones eran que tras haber superado las crisis de Asia y Rusia, la región creciera en 2001 en torno al 4 por ciento, cifra similar a la alcanzada el año precedente.

"Sin embargo, el resultado final de la evolución de la región en su conjunto alcanzó un promedio de apenas el uno por ciento", dijo Iglesias, que atribuyó esto a la profundización de la desaceleración del ciclo económico en Estados Unidos, Europa y Japón.

Los otros factores que contribuyeron a esos escasos resultados fueron los sucesos del 11 de septiembre en Estados Unidos y "la recurrencia del fenómeno de la vulnerabilidad financiera en América Latina y el Caribe, que se agudizó en la segunda mitad del año".

Creado hace 42 años, el BID financia principalmente programas de asistencia en salud, educación e infraestructura física. Con un capital de 101.000 millones de dólares, tiene 46 países socios, incluyendo 28 de América, 16 de Europa, más Israel y Japón.

Cardoso prometió el lunes seguir abogando ante los organismos multilaterales para que auxilien a Argentina, en momentos en que el país negocia con el FMI una ayuda para reconstruir su economía, dijo una fuente oficial.

En el marco de una asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo en esta ciudad brasileña, Cardoso se reunió con el ministro argentino de Economía, Jorge Remes Lenicov, a quien le transmitió "el apoyo de Brasil" a su país, aseguró el portavoz presidencial, Eduardo Amadeo, quien participó del encuentro.

"Cardoso también reiteró que seguirá expresando en todos los foros formales e informales la necesidad de ayudar a Argentina", explicó Amadeo.

El mandatario brasileño se había comprometido semanas atrás ante el presidente Eduardo Duhalde a convencer a la comunidad financiera internacional sobre la necesidad de ayudar con fondos a Argentina.

Durante el encuentro, que duró unos 35 minutos, Remes Lenicov también le explicó a Cardoso el estado actual de las conversaciones entre Argentina y el FMI, que envió una misión de técnicos a Buenos Aires para ver la viabilidad de un paquete de ayuda financiera.

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