16 de abril 2005 - 00:00

El Gobierno insiste en que no reabrirá el canje

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, insistió hoy en que el Gobierno nacional no reabrirá el canje de deuda para los bonistas que no ingresaron al proceso de reestructuración.

"Mientras (Néstor) Kirchner sea presidente no hay que esperar ningún cambio en la estrategia que se ha fijado para el manejo de la deuda", dijo el funcionario sobre la postura que llevará el ministro de Economía, Roberto Lavagna, a la Asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial que comienza hoy en Washington.

De esta forma el Gobierno ratificó nuevamente su decisión de no reabrir el canje, pese a las presiones provenientes del FMI y de los países miembros del Grupo de los Siete (G-7).

El martes pasado, en un contacto informal con la prensa mantenido en el vuelo que transportaba a la delegación argentina hacia Alemania, una alta fuente del Gobierno nacional dijo que la resolución de ese tema será "a largo plazo" y que incluso estará a cargo, de "futuras administraciones".

"No vamos a alterar en nada esa propuesta y mientras Kirchner sea presidente - y en esto no tenga ninguna duda- no existe ninguna posibilidad de reabrir el canje", repitió hoy el jefe de Gabinete en diálogo con radio Mitre.

Fernández aseguró que la prioridad actual del Gobierno es "cumplir con aquellos que creyeron en nosotros y canjearon sus bonos".

"Esos son los que tienen el privilegio y son a quienes dedicamos nuestro mayor tiempo y nuestros mayores esfuerzos", acotó jefe de ministros.

Además remarcó que "la Argentina no le busca solución a los bonistas que no entraron en el canje, le buscó solución al tema de la deuda".

Fernández se explayó también sobre las razones por los cuales las autoridades no reabrirán el proceso, "no existe ninguna posibilidad por dos motivos: primero, porque la decisión fue muy anunciada durante los días del canje y segundo, porque ya no es una facultad del Poder Ejecutivo sino del Legislativo".

El funcionario se refirió de esta forma a la "ley cerrojo" votada por el Parlamento en pleno proceso de canje, que prohíbe al Ejecutivo reabrir el canje, así como entablar contactos
extrajudiciales con los bonistas que no adhirieron.

Fuentes cercanas al FMI dejaron trascender durante los últimos días que consideraría como un gesto de buena voluntad de parte del Gobierno argentino la derogación de esa ley, de cara a las conversaciones en favor de un nuevo acuerdo.

Fernández se preguntó también por qué el Fondo "pretende" ahora que el nivel de aceptación sea del 100 por ciento de los acreedores.

"Cuando uno discute sobre un umbral mínimo de acreedores que entienden que van a entrar, quiere decir que de ningún modo cree que va a entrar el 100 por 100 de los acreedores, entonces si fue pactado así en el 2003 por qué el Fondo pretende hoy que entre el 100 por 100", argumentó Fernández.

Sobre el final de la entrevista el jefe de Gabinete insistió en que "Argentina hizo una estrategia para cambiar la deuda, que ha tenido al realismo como el principal motor y sobre esa realidad hizo una oferta que tuvo una aceptación de más de las tres cuartas partes de los acreedores".

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