26 de diciembre 2004 - 00:00

El Papa pidió por la paz en Medio Oriente e Irak

Fue en su tradicional mensaje navideño. Juan Pablo II llamó a reforzar los "tímidos" esfuerzos por la paz en todo el mundo. Y dijo que sigue con "aprensión los hechos en Irak".

Juan Pablo II durante su mensaje en el Vaticano.
Juan Pablo II durante su mensaje en el Vaticano.
Ciudad Del Vaticano (ANSA)-. El papa Juan Pablo II pidió ayer en su mensaje navideño reforzar los "tímidos" esfuerzos por la paz y la reconciliación en Africa, desde Darfur hasta los Grandes Lagos, en Costa de Marfil y también en Irak y Tierra Santa, a la que mencionó especialmente también durante la Misa de Gallo.

En el mensaje de ayer "urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo) pronunciado en la plaza San Pedro, Juan Pablo II le pidió al "niño de Belén" alentar "las tentativas de diálogo y de reconciliación, los esfuerzos de paz que tímidos, pero llenos de esperanzas, son útiles para un presente y un futuro más serenos de nuestros hermanos y hermanas del mundo".
  
Fatigado, hablando con dificultad, el Papa dijo: "Pienso en Africa, en la tragedia de Darfur en Sudán, en la Costa de Marfil y en la región de los Grandes Lagos y sigo con aprensión los hechos en Irak".
   
El mensaje de "feliz Navidad" fue pronunciado por Juan Pablo en 62 idiomas, y fue transmitido a 72 países.
   
Cientos de personas acompañaron y alentaron al Papa, que el viernes había celebrado la Misa de Gallo implorando para que Tierra Santa, donde conviven fieles del Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, "conozca tiempos de prosperidad y de pacífica convivencia en el respeto recíproco de sus habitantes".

La plegaria se extendió luego por los jefes de estado de todo el mundo y por los líderes de los organismos internacionales: "no dejen de intentar el establecimiento de la paz y para vencer al mal con el bien".
   
En ese contexto, el Papa pidió a Cristo: "quédate con nosotros... toda la humanidad, marcada por tantas dificultades, te necesita".
   
Con voz entrecortada, disfónica y temblorosa, el Papa continuó: "Acuérdate de nosotros, Hijo eterno de Dios, que te encarnaste en el seno de la Virgen María. Quédate con nosotros, Pan vivo bajado del Cielo para nuestra salvación. Quédate con nosotros para siempre".
   
El pontífice, de 84 años, leyó con esfuerzo visible la homilía en la basílica de San Pedro del Vaticano, en una ceremonia relativamente corta como pocas veces antes en sus 26 años de papado.
   
No obstante, sonrió cuando en un momento de la celebración un grupo de niños, de dos en dos, se acercaron hasta su trono: con esfuerzo estiró sus brazos para acariciar sus cabezas y grabar en sus frentes la señal de la cruz.
   
Juan Pablo II encabezó así, por 27ma. vez, la tradicional celebración religiosa del catolicismo, en la Nochebuena.

Una docena de niños, entre ellos dos peruanos y una guatemalteca, iniciaron la celebración religiosa con un homenaje floral a una imagen del Niño Jesús.
   
La misa fue concelebrada por 30 cardenales y contó con lecturas en español, portugués, inglés, italiano, francés, alemán, polaco, filipino y swahili.
   
El Papa había encendido poco antes, en la ventana de su estudio en el Vaticano, la "luz de la paz", un símbolo católico representado por un pequeño cirio que refiere a la paz en el mundo nacida con Jesús.

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