El gobierno decretó hoy tres días de duelo nacional por la muerte del papa Juan Pablo II, lo que implica el izamiento de la bandera a media asta y la suspensión de las actos públicos del presidente Néstor Kirchner, pero no de actividades recreativas.
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Según se anunció en Casa de Gobierno, las gobernaciones pueden o no adherir al duelo y lo mismo pueden hacer los municipios, pero el decreto del Ejecutivo nacional no los obliga a semejante medida.
Del mismo modo, el decreto no implica de ningún modo que las jornadas se conviertan en no laborables ni la suspensión de actividades recreativas, espectáculos públicos o deportivos, aunque esa decisión queda a criterio de los organizadores.
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