Impensada coincidencia

Singular sino el de la abogada Fabiana Fizbin, responsable del área de inspectores en la Municipalidad porteña hasta el trágico episodio de Cromañón. Ella junto con el encargado de Seguridad de la Intendencia (Juan Carlos López) fueron los primeros a los que Aníbal Ibarra les reclamó la renuncia; uno, por ser de su íntima confianza; y la mujer, por ser «la mejor amiga» de su hermana Vilma Ibarra, según expresión confesada por la misma senadora. Obvio: ambos se inscribían en la línea política de los hermanos Ibarra. Pero la Fizbin reconoce, además, otro origen: su padre, también abogado, Enrique, es un hombre de la mayor cercanía del sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo, tanto que no sólo lo asesora en el gremio y en su actividad política, sino que también se desempeña como letrado en Chacarita Juniors (y tuvo activa participación cuando fue detenido Armando Capriotti, quien reemplaza interinamente a Barrionuevo en la conducción del club). Ahora, deberá ser el padre quien asista a la hija en las imputaciones judiciales en su contra, y lo que menos podía imaginarse es que concurran en los mismos intereses la senadora oficialista y el gremialista opositor. ¿O por las derivaciones de Cromañón pueden descruzarse esos caminos impensados?