12 de noviembre 2005 - 00:00

Merkel logró un acuerdo y Alemania ya tiene su gobierno de coalición

Llegaron a un acuerdo conservadores y socialdemócratas tras 4 semanas de negociaciones. La alianza de gobierno aún debe ser aprobada por los partidos en sesiones especiales.

Angela Merkel.
Angela Merkel.
Berlín (EFE) -. La Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) llegaron ayer, tras cuatro semanas de negociaciones, a un acuerdo para formar un Gobierno de coalición que, en opinión de la canciller designada Angela Merkel, ofrece la oportunidad de que Alemania salga de su crisis económica.
   
Tanto Merkel como el futuro ministro de Trabajo y vicecanciller, el socialdemócrata Franz Müntefering, se mostraron satisfechos con lo logrado y resaltaron que los dos partidos habían dado muestras de su voluntad de sacar adelante a Alemania, lo que permite ser optimista con respecto al trabajo del futuro Gobierno.

Sin embargo, el acuerdo de la "coalición de las nuevas oportunidades", como la ha llamado Merkel, no ha sido acogido en todas partes con beneplácito

Los objetivos del programa de la futura coalición de Gobierno, como el saneamiento de los presupuestos públicos o la reducción de los costes laborales para reactivar la economía, son vistos con buenos ojos pero los instrumentos para alcanzarlos han hecho ya que más de uno ponga el grito en el cielo.

El SPD terminó cediendo a los planes de la CDU, y su ala bávara la Unión Cristianosocial (CSU), de subir el IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) en 3 puntos, del 16 al 19 por ciento, a partir de 2007 lo que ha indignado tanto a los sindicatos como a la industria y a la Asociación del Contribuyente.

Los ingresos adicionales -se estiman en 24.000 millones de euros- se destinarán en parte a reducir el agujero presupuestario previsto para 2007 y así cumplir con la disciplina que le exige a Alemania el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea y en parte a reducir los costes laborales.

El SPD, por su parte, se impuso en su idea de introducir el llamado "impuesto para ricos", que contempla subir el tipo impositivo máximo del impuesto sobre la renta personal del 42 al 45 por ciento para los ingresos más altos.

Sin embargo, los conservadores consiguieron exceptuar de este reglamento a los pequeños empresarios que en vez de impuestos empresariales pagan impuesto sobre rentas de personas físicas.

Esos dos puntos son los que, ya en el curso de las negociaciones, causaron mayor malestar entre los empresarios algunos de los cuales, como el presidente de Volkswagen, Bernd Pischetsrieder, han definido la coalición como la suma de las malas propuestas de los dos partidos.
 
La perspectiva de que el aumento del IVA se compensará con una reducción de las cotizaciones al seguro de desempleo convence a pocos.

Además, pese a la meta declarada de reducir los costes laborales, se anunció que en 2007 las cotizaciones a las cajas de pensiones deberán subir del 19,5 al 19,8 por ciento, con lo que el aumento de los salarios netos queda en el aire.
 
Las alzas de impuestos fueron defendidas expresamente por el primer ministro bávaro y jefe de la CSU, Edmund Stoiber.

"Hemos decidido hacer esfuerzos de ahorro y darle prioridad al ahorro sobre nuevos ingresos fiscales. Pero sólo ahorrando no lograremos equilibrar los presupuestos públicos, por lo que los ingresos fiscales adicionales son indispensables", dijo Stoiber respondiendo expresamente a las críticas de la industria.

En lo que ya se conoce del acuerdo, ambos partidos se anotaron puntos e hicieron concesiones.

El SPD, por ejemplo, logró que no se revise el plan para abandonar la energía atómica en un proceso que terminará en 2021.

La CDU, por su parte, consiguió que el SPD aceptara una flexibilización de hecho del régimen de despidos al aumentar el periodo de prueba de 6 meses a 2 años.
 
No obstante, tanto Merkel como Müntefering subrayaron que ninguno de los dos partidos debe empezar a examinar el acuerdo bajo el criterio de lo que logró imponer en él de su propio programa.

"La cuestión no es revisar si en el acuerdo hay más elementos rojos o negros (los colores de los dos partidos). La cuestión es trabajar para sacar adelante a Alemania", dijo Müntefering.

"Ambos partidos han saltado sobre su propia sombra", agregó Müntefering.

Finalmente, Merkel dijo que la coalición se medirá por su logros, en especial, por si consigue crear nuevos puestos de trabajo.

El canciller saliente, Gerhard Schroeder, deseó suerte a Merkel y al futuro Gobierno y advirtió que un fracaso de "la gran coalición" traería consigo un fortalecimiento de los grupos extremistas tanto de izquierda como de derecha.

El acuerdo se firmará el 18 de noviembre, después de que sea ratificado por congresos de los dos partidos, y Merkel deberá ser elegida canciller cuatro días después.

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