Países ricos llaman a la Argentina a negociar de "buena fe" con los acreedores
Los ministros de Finanzas de los países del G7 pedirán a las autoridades argentinas que "inicien un diálogo constructivo y de buena fe con el conjunto de los acreedores", durante su reunión del próximo fin de semana en Estados Unidos, señaló hoy el director del Tesoro de Francia, Jean-Pierre Joyet.
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Los ministros de los siete países más ricos (G7), que se reunirán en la localidad californiana de Boca Ratón el viernes y el sábado, también quieren pasar el mensaje al Gobierno argentino de que hay que "mantener la confianza de los inversores internacionales", explicó Joyet en un encuentro con la prensa.
La cuestión de la reestructuración de la deuda argentina será uno de los puntos de la agenda del G7, durante la jornada del sábado, dentro de un punto más amplio que es la forma de abordar futuras crisis de países emergentes, indicó.
Para hacer frente a situaciones de ese tipo con las instituciones financieras internacionales, Francia propone unas nuevas "normas de conducta" sobre las que pretende que trabaje el G20, que integra los principales países emergentes, argumentó el director del Tesoro.
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, que ayer estuvo de visita en Argentina, subrayó su voluntad de "trabajar" con Buenos Aires para que las empresas francesas que han realizado inversiones el país sudamericano puedan "superar sus dificultades" y recordó que "la mayoría" de las firmas "han decidido quedarse", lo que "es una prueba de buena voluntad y de confianza".
Los ministros del G7, que no podrán eludir la cuestión de los tipos de cambios -la devaluación del dólar en particular respecto al euro-, tratarán de coordinar la puesta en marcha de políticas de desarrollo más ambiciosas.
"Es una prioridad para nosotros", señaló Jouyet, que indicó que esta cuestión será debatida con los responsables de las instituciones financieras internacionales, y en particular la conferencia que sobre el asunto organiza Francia con el Reino Unido la próxima primavera.
Estados Unidos va a poner sobre la mesa dos líneas de actuación para promover el desarrollo, la primera reducir los costos de las transferencias internacionales para favorecer la contribución de las remesas que envían los emigrantes a sus países de origen, y la segunda el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas.
"Para Francia eso no constituye por sí mismo una política para el desarrollo", ya que hacen falta fondos suplementarios, indicó el director del Tesoro, quien recordó que París y Londres abogan por un sistema que permita movilizar fondos privados para el desarrollo.
Además, aludió a la tasación internacional como fuente alternativa de financiación, sin precisar qué sería objeto de fiscalidad (se han evocado el comercio de armas o las transacciones financieras a corto plazo, con carácter especulativo).
El presidente francés, Jacques Chirac, ha encargado un informe sobre este tema que debe estar listo durante el primer semestre.
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