19 de julio 2001 - 00:00

Palestinos temen ahora una masiva invasión de Israel

Un grupo de palestinos ora junto a sus armas de cuatro activistas asesinados el martes
Un grupo de palestinos ora junto a sus armas de cuatro activistas asesinados el martes
Cisjordania (EFE, AFP) - Israel desplegó en la madrugada de ayer tropas y tanques en los accesos a las ciudades autónomas palestinas de Belén y Jenín, incrementando el temor entre los habitantes de esas localidades de Cisjordania de que se trate del preludio de una ofensiva para volver a ocupar esos territorios.

Fuentes de la Autoridad Palestina (AP), que preside Yasser Arafat, alertaron que si Israel emplaza más tropas «es una señal de que tiene un plan militar para volver a ocupar los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania».

El gobierno de Ariel Sharon informó que el despliegue de fuerzas responde en cambio a una política de «intercepción de terroristas». A las versiones sobre un presunto ataque de Israel, el ministro de Relaciones Exteriores, Shimon Peres, las calificó de «pura imaginación».

Al respecto, el secretario general de la AP, Ahmed Abdel Rahmán, afirmó que «en lugar de retirar sus tropas, de aplicar el Informe Mitchell (para que ambas partes pongan fin a la violencia) y de sentarse a negociar, Israel nos dice que sólo tiene un plan militar contra los palestinos».

• Agobio

La nueva escalada de tensión provocó que Washington se declarase «agobiado» por la violencia en la zona.

El subsecretario de Estado de los EE.UU.,
Richard Armitage, insistió en el «detener la violencia y reflexionar».

En El Cairo, el presidente egipcio,
Hosni Mubarak, afirmó que no se vislumbra ninguna «solución» al conflicto israelo-palestino. «Con Ariel Sharon no hay solución, es un hombre que sólo sabe de muertos, de ataques y de guerra», declaró

La degradación de la situación en Medio Oriente dominó la reunión de los ministros de Relaciones Exteriores del G-8 (grupo de los siete países más industrializados más Rusia) reunido en Roma para preparar la cumbre de Génova.

El emplazamiento de las tropas y los tanques israelíes en las entradas a Belén y Jenín se produjo tras varios días de escalada de la violencia entre ambas partes y de casi diez meses de enfrentamientos.

Ayer mismo los palestinos enterraron, entre gritos de venganza, a las cuatro personas que murieron en la tarde del martes por un ataque desde helicópteros israelíes a la casa de uno de ellos en Belén. Más de 20 mil personas participaron de los actos funerales
.

Los enfrentamientos, que comenzaron a finales de setiembre del pasado año 2000, han causado la muerte de unos 600 palestinos y 140 israelíes, tanto civiles como militares.

El portavoz del Hamas en Gaza, Abdel Aziz Rantisi, declaró ayer que el brazo armado de ese movimiento, Izadín al-Kasam, «tiene la voluntad y la capacidad de dar al asesino Sharon (el primer ministro israelí) una lección dolorosa que jamás olvidará»
.

Entretanto, las autoridades de la AP opinan que serán clave para la paz en la región las misiones de observadores internacionales, tal como lo reafirmó Yasser Arafat al considerar que «son la única solución para poner fin a la violencia de inmediato».

Una de ellas se desarrolló el mes pasado en la localidad autónoma palestina de Bet Yala, vecina a Belén, por un acuerdo con la Unión Europea, lo que «fue un éxito y trajo la calma a la zona», según voceros palestinos, a lo que Israel le restó entidad.

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