16 de octubre 2004 - 00:00

Paraguay saca a militares a la calle contra la inseguridad

Se instalaron las fuerzas armadas en puntos clave de las principales ciudades del país. Secundarán el trabajo de la Policía. La gente reclamó medidas tras el crimen de un niño que había sido raptado.

Efectivos militares en las calles de Asunción para reforzar la seguridad pública.
Efectivos militares en las calles de Asunción para reforzar la seguridad pública.
Efectivos militares salieron ayer a la calle para reforzar la seguridad pública, intentar contener la indignación popular y la desconfianza hacia la Policía, tras la conmoción que causó el crimen de un escolar de 10 años que había sido previamente secuestrado.

Los militares se instalaron en diferentes puntos clave de la capital y de las principales ciudades del país, con el objetivo de secundar el trabajo de la Policía.

El reclamo a favor de una fuerza conjunta fue exteriorizada por diversas manifestaciones de ciudadanos que se movilizaron espontáneamente entre el jueves y viernes para decir "Basta, a la violencia y la impunidad".

"No podemos permitir en esta nación un solo secuestro más.
Somos 6 millones de personas (habitantes) y no puede ser que 3 mil delincuentes nos gobiernen", exclamó el tío del escolar muerto, antes de su sepelio, en medio de un marco multitudinario de gente.

La furia ciudadana provocó una tormenta política que trató de ser contenida por el presidente Nicanor Duarte.

El gobernante ordenó desde Alemania -donde está de gira- la destitución de su ministro del Interior, Orlando Fiorotto, y del jefe de Policía, comisario Umberto Núñez.

Fiorotto fue reemplazado por el procurador de la República, Nelson Mora, un ex embajador paraguayo en Colombia.

Algunos legisladores en la Cámara de Diputados intentaron en vano el jueves iniciar un juicio de destitución del fiscal general del Estado, Oscar Latorre, pero no consiguieron los votos necesarios.

Latorre, duramente cuestionado por su gestión, dijo que no renunciará.

El niño Aníbal Amín Riquelme Seif Eddine sufrió el plagio el lunes en horas de la tarde, cuando se desplazaba hasta un campo de deportes localizado en las cercanías del colegio católico Cristo Rey, donde concurría.

Los investigadores no descartan que podría tratarse de un ajuste de cuentas de mafiosos con el padre de la víctima, un rico empresario del sector tabacalero, que exporta cigarrillos al Brasil y que compite con unas 17 industrias instaladas en la zona fronteriza.

Los forenses reportaron que la criatura murió de "edema pulmonar", causado presumiblemente por el uso de cloroformo para adormecerlo.

Fuentes policiales indicaron que los delincuentes no tenían razón de asesinarlo porque el dinero del rescate, unos 700.000 dólares, ya estaba a disposición de ellos y solo hacía falta la "prueba de vida" para el canje.

Sin embargo, se habrían excedido con el químico hasta provocar la muerte de la criatura, quien además padecía asma, según reportes de prensa basada en fuentes familiares.

Su padre, el empresario tabacalero Pedro Aníbal Riquelme, ya había sufrido la experiencia del secuestro de su hija mayor hace dos años, por la que dijo haber pagado un rescate de 50.000 dólares.

En ese caso fue involucrado el uruguayo Alejandro Alberico Coppola, quien apareció asesinado, acribillado y quemado dentro de su vehículo, hace siete meses en las inmediaciones del exclusivo Hotel del Yacht y Golf Club.

Fuentes relacionadas con la pesquisa policial dijeron que investigan los lazos que pueden existir entre este suceso y una mafia que rodea al comercio fronterizo de tabacos, destinados a Brasil.

En ese sentido, hace 5 meses fueron encontrados los cuerpos de dos hermanos, muy maltratados, que fueron "condenados a muerte" por el robo de matrices de marcas de cigarrillos.
Tres policías fueron implicados y se encuentran presos.
 

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