Presión de Fox a Bush por legalización de inmigrantes

Washington (AFP, EFE, ANSA) - El presidente de México, Vicente Fox, inició ayer su visita oficial a los Estados Unidos ejerciendo fuerte presión sobre el presidente George W. Bush, a quien retó a concluir «antes de fin de año» un acuerdo migratorio entre los dos países que permita la legalización de una sola vez de millones de indocumentados.

Al ser recibido con todos los honores en la Casa Blanca (contundentemente, Bush dijo que «no existe relación más importante en el mundo que la que tenemos con México»), Fox urgió a la pronta negociación de un acuerdo que permita legalizar a todos los mexicanos actualmente indocumentados en los Estados Unidos «antes de que terminen nuestros mandatos», y que aquellos que ingresen después puedan hacerlo legalmente. Fox estará en la Presidencia hasta diciembre de 2006 y Bush hasta enero de 2005.

En declaraciones a «The Washington Post», publicadas en la víspera, Fox dijo que la aplicación de un acuerdo migratorio podría llevar de 4 a 6 años. Pero en su discurso en el jardín sur de la Casa Blanca, ante la plana mayor del gobierno estadounidense y miles de invitados especiales, Fox aumentó la presión sobre el tema.

«Debemos y podemos llegar a un acuerdo migratorio antes del fin de este mismo año», dijo Fox sin lograr un compromiso claro, al menos públicamente, de su anfitrión. «Queremos continuar avanzando hacia el establecimiento de un acuerdo migratorio que nos beneficie mutuamente, que reconozca el valor de los migrantes como personas y como trabajadores cuya ardua labor contribuye cotidianamente a la prosperidad de esta gran nación», dijo el presidente mexicano.

«Ha llegado la hora de dar a los migrantes y a sus comunidades el lugar que les corresponde en la historia de nuestras relaciones bilaterales. Ambos países les debemos mucho», dijo Fox.

Estadísticas

Según un informe divulgado por la «Strategy Research Corporation», la presencia de los hispanos en la fuerza laboral de los Estados Unidos es mayor a la de otros grupos étnicos, mientras que su poder adquisitivo va en aumento y será de 428.000 millones de dólares el año que viene. Según el análisis, 69% de los hispanos mayores de 18 años actualmente están empleados, frente a 65% de los afroamericanos y 61% de los blancos no hispanos.

Fox señaló haber venido a Washington «como el presidente de un México democrático, determinado a convertirse en un país próspero que busca no sólo fortalecer sus lazos de amistad con el resto de la comunidad internacional, sino que también está decidido a jugar un papel más activo en el establecimiento de la nueva arquitectura internacional».

Bush subrayó que México fue el primer país que visitó después de ser elegido presidente y Fox es el primer presidente recibido en visita de Estado en la Casa Blanca durante su mandato. «Esto es un reconocimiento de que Estados Unidos no tiene ninguna relación más importante en el mundo, que la que tenemos con México», enfatizó el presidente estadounidense en una declaración que permite comprobar que su gobierno busca establecer una relación especial con América latina.

Tras la ceremonia de bienvenida, Bush y Fox copresidieron una reunión con siete ministros de cada gobierno, para pasar revista a toda la agenda bilateral, pero el fiscal general de los Estados Unidos, John Ashcroft, dijo que no se había fijado ningún calendario para concluir el acuerdo migratorio.

«Hemos trabajado con mucha diligencia, y espero que continuaremos trabajando igual, pero no puedo predecir una fecha» para finalizar el acuerdo, dijo Ashcroft a la prensa.