7 de febrero 2004 - 00:00

Refuerzan las medidas de seguridad en Moscú tras el atentado

Las autoridades rusas reforzaron hoy las medidas de seguridad en el subte, edificios públicos, trenes y carreteras de acceso, así como en los paseos más concurridos de Moscú, tras el atentado que causó 39 muertos y más de un centenar de heridos en el subterráneo moscovita.

En medio del temor creciente de la población por ser blanco de nuevos ataques terroristas, Moscú fue virtualmente sitiada hoy por patrullas policiales que custodian las calles más importantes de la capital, aunque las autoridades desecharon declarar el estado de emergencia.

Serguei Mironov, presiente del Senado ruso y considerado fiel al presidente Vladimir Putin, dijo que "el pedido de proclamar el estado de emergencia, aun en una sola parte del territorio de Rusia, no está fundado".

El estado de emergencia había sido reclamado desde las filas del grupo social-nacionalista Rodina (Madre Patria) y por el líder del ultranacionalista Ldpr, Vladimir Zhirinovski.

La fisonomía de Moscú cambió radicalmente con la presencia de efectivos con detectores de metales y perros adiestrados en las entradas del metro.

Grupos de soldados con máscaras de gas patrullaron en las estaciones del metro más utilizadas por los moscovitas, mientras la seguridad en el aeropuerto era también reforzada.

En tanto, un hombre que se asemeja al identikit del autor o cómplice del atentado fue detenido y liberado después de un breve interrogatorio en una comisaría de la periferia de la capital rusa.

El sospechoso, de rasgos caucásicos, fue detenido junto a otra persona cuando viajaba en su vehículo, tras una denuncia telefónica de otro automovilista que llamó a la policía para alertar sobre su presencia.

Las autoridades dijeron que los dos hombres detenidos no tienen ninguna relación con el atentado, pero insisten en que el ataque, según la principal hipótesis, fue perpetrado por un "kamikaze", presuntamente checheno, ayudado por dos cómplices.

Un hombre y dos mujeres, de origen caucásico según testigos, fueron vistos poco antes del ataque ingresando al metro yafirmando que harían "una fiesta".

Un total de 105 personas permanecía hoy internado, 21 de ellas en grave estado, en hospitales moscovitas. El atentadodevastó un vagón del metro cerca de la estación Avtozavodskaia, en el centro de Moscú, que trasladaba a cerca de 1.500 personas.

En tanto, numerosos pasajeros del metro rindieron homenaje con un profundo silencio a las víctimas del atentado.

Ramos de flores aparecieron hoy en el andén de la estación, mientras cientos de personas se presentaron a los centros de trasfusión para donar sangre para los heridos.

Las autoridades sanitarias dijeron que se identificaron 24 cuerpos y siguen investigando los restos humanos esparcidos en el lugar del atentado.

El diario Kommersant escribió hoy, citando a fuentes sanitarias, que las víctimas del ataque serían un centenar.

Entre los heridos, 68 son mujeres, 36 hombres y un niño.

El alcalde de Moscú, Iuri Luzhkov, declaró el lunes próximo como "jornada de luto" por las víctimas del atentado.

Ese día se realizarán los funerales de las víctimas. Luzhkov, en declaraciones transmitidas por la televisión rusa, afirmó que el atentado fue perpetrado por un kamikaze y que junto al autor del ataque había al menos dos cómplices.

El presidente checheno filoruso, Akhmad Kadyrov, fustigó las noticias que señalan al sospechoso del ataque como de "facciones caucásicas".

Según dijo, esta situación arriesga desencadenar un odio injustificado contra los chechenos en general, considerando que se tiende a atribuir los atentados de este tipo a la guerrilla separatista chechena.

Kadyrov recordó que, cada día, civiles, policías, soldados y funcionarios chechenos mueren víctimas "de los terroristas de (el presidente rebelde checheno Aslan) Maskhadov y (del comandante militar radical Shamil) Basayev, "sufriendo el mismo
horror de todos los rusos".

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