18 de julio 2001 - 00:00

Se hunde la imagen del PT en San Pablo

Marta Suplicy, alcaldesa de San Pablo
Marta Suplicy, alcaldesa de San Pablo
San Pablo (ANSA) - La alcaldesa de San Pablo, Marta Suplicy, la mujer más poderosa de la política brasileña y cuya popularidad viene cayendo en picada, sufrió ayer la baja de uno de sus principales colaboradores por una grave irregularidad que amenaza con afectar seriamente su gestión.

Suplicy, una de las principales figuras del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), tuvo la primera baja de su gestión iniciada en enero al aceptar la renuncia de Walter Rasmussen Júnior a la Secretaría de Infraestructura Urbana, a causa de unos polémicos contratos de recolección de residuos.

La dimisión amenaza con hacer caer aun más la golpeada imagen de Suplicy, cuya gestión es considerada «mala o pésima» por 42% de los paulistas, según un sondeo de Datafolha, que ubicó a la alcaldesa en el último lugar de popularidad entre los gobernantes de las diez principales ciudades del país.

• Limpieza

Rasmussen Júnior presentó su renuncia luego de que los medios de prensa locales revelaran que hasta diciembre había trabajado en una empresa de limpieza que en enero, cuando él asumió en la alcaldía, se adjudicó un contrato municipal sin licitación.

«No hubo ninguna ilegalidad; me voy porque es lo mejor para la alcaldesa, para el PT y para Lula», dijo el ahora ex funcionario, en relación con el posible candidato a la presidencia para las elecciones del año próximo, Luiz Inácio Lula Da Silva.

Los 16 contratos de limpieza firmados en enero por la alcaldesa Suplicy son cuestionados por la oposición porque no hubo llamado a licitación y se adjudicaron por sorpresa. Además,
algunas de las empresas contratadas habían sido creadas hacía muy poco tiempo y están vinculadas a militantes o ex militantes del PT, según los opositores.

Los partidos de oposición ya solicitaron en la Legislatura paulista la creación de una comisión especial para investigar estos contratos, pero la propuesta es resistida por la alcaldesa y el partido de Lula.

En el plano nacional, el PT es la principal fuerza de oposición al presidente
Fernando Henrique Cardoso y Lula lidera las encuestas de intención de voto para las elecciones de 2002, con una intención de voto de 30%, a 10 puntos porcentuales del segundo.

Según los analistas locales, el alejamiento de Rasmussen Júnior implica un duro golpe para Suplicy y el PT, que han hecho de la transparencia su principal bandera política.

Marta Suplicy fue elegida alcaldesa de San Pablo en octubre, cuando obtuvo 58,51% de los votos contra 41,49% del conservador
Paulo Maluf, en segunda vuelta. El triunfo proyectó a Marta al primer plano de la política nacional y convirtió a San Pablo, el centro financiero de Sudamérica, en la principal vidriera política del PT.

• Temores

En ese momento, todos eran elogios para esta sexóloga de 58 años que se hizo muy popular con sus consejos en TV sobre su especialidad y su fogosa defensa de los derechos de las minorías, en especial de los homosexuales. Pero ahora el PT teme que la empobrecida imagen de Marta perturbe las chances electorales de Lula, quien todavía no lanzó oficialmente su cuarto intento por lograr la presidencia.

Es que una encuesta del instituto Datafolha, dada a conocer el 2 de julio, ubicó a Marta en el último lugar entre los alcaldes de las diez principales ciudades de Brasil. El sondeo indicó que 42% de los paulistas consideran que el gobierno del PT es malo o pésimo.

El último fin de semana, la edición paulista de la revista «Veja» publicó una nota de 20 páginas con un análisis de quince áreas estratégicas del municipio. La conclusión de la revista fue: «Marta comenzó mal». Por ejemplo, según «Veja», la alcaldesa contrató casi 20.000 nuevos empleados y aumentó el gasto en salarios en el equivalente a 150 millones de dólares.

En el plano privado no parece irle mejor: en estos seis meses, Marta no sólo terminó con un matrimonio de 35 años al separarse del senador
Eduardo Suplicy Matarazzo, sino que también debió ser internada dos veces por problemas de salud.

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