20 de septiembre 2019 - 00:00

Productores de artes escénicas lanzan una sociedad inédita

El lunes, en el teatro Payró, presentarán una entidad destinada a la profesionalización de una función que, aseguran, está algo desdibujada.

socios fundadores. Damián Zaga, Gustavo Schaier, Paula Travnik, Lorenzo Juster, Gabriel Cabrera, Carla Carrieri, Marcelo León, Javier Madou y Pablo Silva.  Representan a los circuitos comercial, oficial y off. 
socios fundadores. Damián Zaga, Gustavo Schaier, Paula Travnik, Lorenzo Juster, Gabriel Cabrera, Carla Carrieri, Marcelo León, Javier Madou y Pablo Silva.  Representan a los circuitos comercial, oficial y off. 

“En teatro no hay fórmulas ni recetas para que algo funcione. Puede ser hecho con las mejores intenciones y tal vez no circula, no hay feedback, o no era el momento ni el lugar. En eso está lo adrenalítico del teatro, que es como una ruleta”, dice Gustavo Schaier, productor ejecutivo que preside la flamante APPEAE, Asociación Profesional de Productores Ejecutivos de las Artes Escénicas, a ser lanzada el lunes próximo en el Payró. Es la primera entidad en Iberoamérica que nuclea a profesionales de la producción ejecutiva de las artes escénicas. Conversamos con Schaier.

Periodista: ¿En qué se diferencian ustedes de AADET, la Asociación de los empresarios teatrales?

Gustavo Schaier: Ellos son una cámara empresaria, es una entidad como la UIA, los productores ejecutivos estaríamos a las órdenes de los productores generales, somos los segundos al mando de una producción, siempre hablando del circuito comercial. En el alternativo el productor ejecutivo es aquel que lleva adelante el proyecto, en el comercial los empresarios son promotores de los proyectos y nosotros los ejecutamos. AADET es una cámara empresaria que hace convenios con sindicatos del sector, nosotros no somos una entidad gremial, somos una asociación profesional que promueve la profesionalización de una función que hoy día está un poco desdibujada.

P.: ¿Qué diferencia encuentra entre los productores artísticos en rubros audiovisuales y en artes escénicas?

S.: En cine se ocupan inclusive de buscar financiamiento, son los nombres que ayudan a juntar el dinero, en cambio en artes escénicas no tienen esa función aunque puedan llegar a hacerlo, son en cambio quienes diseñan la producción de ese proyecto e intentan materializarlo. El productor ejecutivo es ese traductor de ideas de un proyecto que surge de los empresarios, o de directores de teatros públicos o en el independiente del colectivo teatral. Otra diferencia fundamental está en que el cine o la TV son industrias culturales pero las artes escénicas son industrias creativas. Las industrias culturales se rigen por las leyes del mercado y buscan financiamiento en cine o TV. Es una tarea titánica, eso obliga a acotar mucho los recursos técnicos, que tienen costos en dólares, impensables si no hay presupuesto. En artes escénicas rige el carácter artesanal de resolver sin recursos económicos, se pueden resolver creativamente, y eso también es trabajo del productor ejecutivo.

P.: ¿A qué atribuye que sean la primera asociación de este tipo en Iberoamérica?

S.: Se piensa poco en esa función o se la confunde, tampoco hay muchas carreras de productor ejecutivo o hay pocas muy nuevas; en cambio gestión cultural tiene más años de historia. Y en los jóvenes hay cada vez más avidez por aprender y entender que existe la producción y que no es un ente abstracto sino un trabajo conjunto que lleva adelante un proyecto.

P.: Dice que se confunde lo que es un productor, ¿a qué se refiere?

S.: A veces se imagina al productor como a un tirano que usa tiradores y fuma habanos, eso ya no existe. También se lo confunde con el que busca financiación y tampoco es eso, tan sólo traducimos o vinculamos el producto escénico con el público. El mercado de la TV o el cine son más duros y existe la impronta del productor que pone el sello o que es cabeza de la pirámide.

P.: ¿Cuál es la pata más compleja de la producción? ¿Encontrar un buen libro? ¿Un buen elenco, un buen director?

S.: Los proyectos pueden surgir de varias maneras, del productor, del autor, del director, de los actores, pero muchas veces llaman al productor ejecutivo cuando las papas queman y no es fácil articular ese caos que puede ser un proyecto.

P.: ¿Cómo evalúa la oferta del teatro comercial en la actualidad? Coincide en que hay una necesidad de alivianar guiones y forzar chistes ?

S.: Soy productor en el Complejo Teatral de Buenos Aires, produje “Hamlet” que fue un éxito y antes en el alternativo obras de Mariano Pensotti. En cuanto al comercial sabemos que todos los años 70% de las obras no funcionan, 20% sostienen y hay unos muy pocos fenómenos como “Toc Toc” o Flavio Mendoza. Hay crisis en la recaudación y también hay espectadores para todos los gustos y sensibilidad que prefieren menos chiste fácil. Recuerdo cuando estudiaba con Lito Cruz y fui a ver un fenómeno para comprender por qué tenía tanto éxito. Era Midachi, estaba repleto, la gente estallaba y a nosotros nos causaba gracia pero pasa por el gusto de cada uno. Es cierto que a veces se aliviana demasiado o mal.

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