18 de junio 2019 - 00:01

Pymes: financiamiento al consumo vs. producción

En lo que va del año ni en comercio ni en industria hubo buenas noticias para las PyME. De acuerdo a la CAME las ventas minoristas caen en el mes de Mayo 14,1 % con 17 meses consecutivos de caída. En el caso de la industria Pyme la producción cayó 10,3 % en Abril y 8,5 % en el acumulado del año.

Las pymes viven del mercado interno. Son muy pocas las que exportan. Hay diferentes tipos de pymes: micro, pequeñas y medianas y las hay comerciales, industriales y servicios. En lo que va del año ni en comercio ni en industria hubo buenas noticias. De acuerdo a la CAME las ventas minoristas caen en el mes de Mayo 14,1 % con 17 meses consecutivos de caída. En el caso de la industria Pyme la producción cayó 10,3 % en Abril y 8,5 % en el acumulado del año.

El gobierno ha optado por mantener calmo el mercado cambiario para sembrar menor inflación presente con mayor cosecha de movimiento cambiario futuro ofreciendo una tasa de referencia de leliq de 68 %. La contraparte del sector Pyme con el bajo nivel de actividad económica y consumo es el costo para financiar el capital de trabajo por parte del sector.

Del total de préstamos bancarios a empresas, en torno a 45% corresponden a pequeños y medianos emprendimientos. Estos préstamos, desde inicios de 2018 comenzaron a caer mensualmente en términos reales (descontando la inflación), alcanzando en la actualidad tasas de contracción en torno al 40% interanual. Es decir, hoy los préstamos bancarios a las PyMes son 40% más bajos en relación al volumen producido que hace un año atrás.

Si bien las PyMes sintieron el deterioro de las condiciones financieras con anterioridad a las grandes empresas (inicios de 2018), estas últimas también registran al presente caídas reales de igual magnitud en sus préstamos bancarios.

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<p><strong>Evolución del saldo real del crédito bancario a empresas</strong></p>

Evolución del saldo real del crédito bancario a empresas

Otro efecto colateral de la política monetaria aplicada es el deterioro de la calidad de la cartera crediticia del sistema que se registró desde fines de 2017. Esta tendencia se acentuó desde mediados de 2018, en el marco de la fase recesiva que atraviesa la economía argentina. El ratio de irregularidad del crédito al sector privado alcanzó 4% en marzo de este año, con un aumento interanual de 2,1 puntos porcentuales. Este incremento se dio casi en su totalidad en los últimos 6 meses, y se explicó mayormente por el comportamiento de la irregularidad del crédito a empresas (+2,8 puntos porcentuales en la comparación interanual). La suba se concentró en los deudores pertenecientes a los sectores de industria y comercio, donde existe una amplia presencia de PyMes.

Un dato que permite mensurar mejor la gravedad de la situación es el hecho de que en términos relativos a la caída observada en el nivel de actividad económica, la irregularidad del crédito al sector privado desde marzo de 2018 a la actualidad resultó mayor a la registrada en experiencias pasadas de recesión (especialmente 2008-2009).

Es sabido que las PyMes se financian a través del sistema bancario principalmente a partir del descuento de documentos (por ejemplo, descuento de cheques). Si bien no se observa un quiebre en la cadena de pagos (con un leve incremento en el porcentaje de cheques rechazados que alcanza a menos del 2% del total de cheques compensados), sí fue notorio el incremento de los plazos en los pagos, y claro está, en esa puja el que pierde es el pequeño productor. Nobleza obliga, existen casos en los que los grandes proveedores o clientes de las PyMes procuran colaborar con la acuciante situación que transitan éstas implementando algunas acciones, tales como: i) incrementar la frecuencia de entrega de mercancía (lo que aliviana el peso de cada pago que la PyMe debe hacer ya que se entregan menos productos, pero conlleva un costo adicional de su proveedor -por ejemplo, mayor flete-); ii) aceptar la extensión de los plazos de pago; iii) otorgar algún tipo de garantía con los bancos para que las PyMes puedan acceder a menores tasas bancarias.

Más allá de estas acciones, tal vez bastante puntuales, nos preguntamos entonces qué pasó con las tasas de interés cobradas por el descuento de documentos desde mediados de 2018.

Partiendo de una ya deteriorada situación como la de mediados de 2018, se observó un fuerte incremento en la tasa de interés para este instrumento. En julio y agosto del año pasado, el 70% del monto operado lo hacía con tasas de hasta 45%. Un mes después ese porcentaje se redujo a tan sólo cerca del 30%; mientras que aproximadamente el 50% lo hacía a tasas superiores a 45% y hasta 65%, y el 20% restante incluso descontaba a tasas superiores.

Sólo un mes después la situación se agravó aún más (¡como si fuera posible!), siendo más del 80% del total del monto operado que se descontó a tasas superiores al 45%, con una marcada preponderancia de tasas superiores al 65%. Para ilustrar esta situación, supongamos que una pequeña empresa industrial que produce alimentos que llevan la marca de un hipermercado cobró un cheque a 60 días por 100 mil pesos; descontándolo a una tasa de 80% anual, recibió poco más de 85 mil pesos. O sea, la escasa caja que pueden hacer las PyMes producto de la recesión económica se combinó con un notorio deterioro de las condiciones de acceso al financiamiento del capital de trabajo.

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<p><strong>Monto operado del sector privado en documentos descontados por estrato de tasa de interés (TNA) </strong></p>  <p></p>

Monto operado del sector privado en documentos descontados por estrato de tasa de interés (TNA)

Dado que el sesgo contractivo del esquema monetario se mantendrá en 2019, se prevé que las tasas de interés sigan siendo elevadas al menos el resto del año. Tampoco se avizora para los próximos meses un escenario de mejora económica que permita oxigenar la situación de las PyMes, aunque el cierre de las paritarias y la desaceleración de la inflación podrían morigerar la caída de las ventas, sobre todo en bienes de primera necesidad.

El gobierno intenta un plan heterodoxo post ortodoxo “fallido” pre eleccionario. Reaparición de financiamiento al consumo con tasas que bajaron del 45 % al 20 % en los Planes Ahora 3, 6 y 12 cuotas. Créditos para Jubilados y Pensionados. Aportes No reembosables para la venta de OKM. Lanzamiento de Procrear. Programa de Precios Cuidados y Esenciales. Todo este Pack de acciones con mejora de paritarias públicas y privadas en un contexto de desaceleración de la inflación vía un equilibrio del tipo de cambio. Es decir, se intenta restablecer las condiciones de mercado interno para mejorar los números de la actividad económica en Industria y Comercio que son los más damnificados por fuera de la vedette que es el Agro con buen crecimiento interanual. Sin embargo, no puede ofrecer mejor tasa para el sector privado para financiar su capital de trabajo. Todo no se puede ofrecer en campaña y lo que se espera es que las herramientas ofrecidas permitan disminuir la caída del consumo. El financiamiento al sector Pyme a lo largo de 2019 está en modo espera.

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