5 de mayo 2009 - 15:31

El ritmo laboral actual genera cada vez más estrés

Problemas laborales influyen en la salud mental de la gente
Problemas laborales influyen en la salud mental de la gente
El vertiginoso ritmo laboral que impone la actualidad pone de manifiesto varios síntomas que, tarde o temprano, derivan en estrés.

Signos como la angustia, el pánico, el mal humor, el insomnio, la adhesión a hábitos como el tabaquismo; y en última instancia, las complicaciones cardíacas cuya prevalencia aumenta, son algunas de las muestras de esta situación que se vive a nivel mundial.

Los más propensos a presentarlo son los hombres y mujeres de personalidad ansiosa, los que son muy autoexigentes y los que esperan exageradamente el reconocimiento de sus jefes, añade el doctor Marcos Suffriti, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Austral.

Según Suffriti, el estrés en general y el provocado por el trabajo tienen distintos abordajes.

Mientras que hay personas que pueden contrarrestarlo con más momentos de descanso, con yoga, ejercicio físico o con actividades recreativas y lúdicas; otras necesitan un tratamiento psicoterapéutico para entender bien cuáles son los factores desencadenantes y cuáles sus recursos personales para enfrentar adecuadamente esos problemas.

Finalmente, en algunos casos hace falta recurrir a psicofármacos, ya sean ansiolíticos o antidepresivos.

Estamos asistiendo a un escenario particular de estrés en quienes saben que se van a quedar sin empleo y conviven con una profunda sensación de incertidumbre, pero además en aquellos que aún permaneciendo en sus puestos sienten angustia por no saber qué va a pasar, agrega el doctor Pablo Wizemberg, psiquiatra especialista en trastornos de ansiedad y calidad de vida.

En un estudio publicado recientemente en el Journal of the American Medical Association (JAMA), se analizaron los antecedentes y registros médicos de 1.000 personas de entre 35 y 59 años que retornaron al trabajo luego de haber sufrido un evento relacionado con el estrés laboral.

Al cabo de dos años, aquellos que ocupaban puestos de jerarquía presentaron más del doble de posibilidades de repetir el cuadro.

Esto se debería no solo a la jerarquía laboral de la persona, sino también a las 'vías de escape': tabaquismo, desórdenes del ritmo alimentario y largas horas de vigilia.

Los científicos explican que el estrés laboral repercute en el corazón porque sitúa al organismo en un estado de tensión permanente en el cual intervienen cuestiones psicológicas, psíquicas y fisiológicas que provocan, por ejemplo, el incremento de la presión arterial y la adrenalina. Cuando esto sucede, la posibilidad de tener un ataque cardíaco u otro evento cerebrovascular se incrementa.

La esfera social no es tampoco inmune a los efectos del estrés laboral: Es frecuente la asociación entre ser despedido y abandonar determinadas actividades que antes se realizaban, puntualiza la licenciada Gabriela Martínez Castro, psicóloga y directora del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA).

Agrega que con la pérdida del puesto se desencadena una ansiedad que puede provocar patologías como trastornos de pánico, ansiedad generalizada y fobia social por buscar alejarse del círculo íntimo, a veces por creer que se perdió un determinado status.

Los especialistas coinciden en recomendar a las personas afectadas que busquen momentos de paz en la rutina diaria, que realicen actividad física y recreativa para distenderse y que recurran al asesoramiento psicológico.

Dejá tu comentario