14 de junio 2018 - 00:00

Seattle dio marcha atrás y revocó el impuesto a Amazon

La ciudad de Seattle dio marcha atrás con la decisión de aplicar un impuesto especial a las grandes empresas radicadas en la zona. El tributo -que fue bautizado "Tasa Amazon"- ascendía a 275 dólares anuales por cada empleado. Así, la ciudad pretendía recaudar 50 millones de dólares para atender la situación de las miles de personas sin vivienda que se refugian en sus calles.

Sin embargo, el consejo comunal deliberó ayer y decidió por 7 votos contra 2 dejar sin efecto la aplicación del impuesto que se había aprobado hacía apenas un mes.

La decisión se interpretó como un triunfo de las presiones de Jeff Bezos, CEO de Amazon, y de otras grandes empresas radicadas en la zona. Entre éstas figuran Starbucks, Microsoft y Boeing, por citar sólo a las más conocidas. Todas califican fácilmente en el criterio que aplicó el gobierno local: debían pagar el impuesto todas las compañías con ganancias mayores a 20 millones de dólares por año.

Sin embargo, la resistencia de las compañías había llegado a un tope después de medidas anteriores que habían mellado sus ingresos, mediante ordenanzas que establecieron beneficios específicos para los trabajadores, tasas extraordinarias para sectores de mayores ingresos y otras resoluciones similares que ubicaron a Seattle como la ciudad más progresista de los Estados Unidos.

Pero el impuesto Amazon parece haber rebasado el tope de lo conveniente para los ejecutivos de las grandes corporaciones. Ni siquiera el fin noble de ayudar a los ciudadanos sin techo (homeless) sirvió de argumento.

Pero Amazon fue la que tomó la delantera en la resistencia, cuando anunció que pensaba detener la construcción de una nueva torre corporativa en el centro de Seattle. Y que si el impuesto era aprobado se mudaría a otra ciudad. La firma elogió ayer la marcha atrás del consejo comunal y dijo que continuará invirtiendo en organizaciones sin fines de lucro locales como Mary's Place y FareStart para ayudar a los homeless.

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