Según los sondeos de opinión, es muy probable que el próximo presidente brasileño sea de un color político distinto del actual mandatario. Sin embargo, el acento en el tema de ventas al exterior se ha convertido en una causa de Estado, por lo cual se prevé que se continuará con el plan establecido por Amaral.
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En la opinión del ministro, «tenemos dos caminos. Uno de corto plazo, de acelerar resultados. El segundo es preparar las condiciones. Y este segundo camino va mucho más allá del año 2002. Para que un empresario decida invertir en aumentar su capacidad productiva para exportar, debe saber que hay reglas claras». Durante el año 2000, Brasil exportó por valor de 55 mil millones de dólares, lo que representa apenas 0,9 por ciento de todo el comercio mundial.
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