25 de abril 2005 - 00:00

Comprar una propiedad requiere ahorrar sueldos durante 10 años

Como consecuencia del aumento de precios de los inmuebles medidos en pesos desde la devaluación, hoy un grupo familiar debe hacer el doble de esfuerzo del que hacía durante la convertibilidad para comprar una vivienda. Según los datos que presentará en el próximo mes el informe de la consultora CDI, hoy son necesarios cerca de 10,5 ingresos anuales para completar el valor de una vivienda, mientras que en los años del "uno a uno" se necesitaban 5,29 ingresos.
En el último informe que difundió la consultora (con datos de octubre de 2004), el esfuerzo era de 10,46 ingresos anuales de una familia de clase media. El nivel de acceso a la vivienda había alcanzado su punto máximo en mayo de 2003. Desde la salida de la convertibilidad hasta ese momento, los precios de los inmuebles habían subido 75% en pesos, y la tasa de financiación hipotecaria era de 20% anual. Estas dos variables, junto con el ingreso medio del grupo familiar, son las tomadas en cuenta para calcular el esfuerzo necesario para acceder a una casa o a un departamento.
Juan Carlos Franceschini, director de CDI, explicó a Ambito Financiero que "la consecuencia de que el índice de esfuerzo para acceder a una vivienda se encuentre en un nivel tan alto es que un importante segmento de la sociedad no pueda acceder a comprar una vivienda, por lo que se vuelcan al alquiler". Por eso es que cada vez más se ven largas colas en las guardias de las inmobiliarias que publican avisos de alquiler de departamento, principalmente los de dos o tres ambientes chicos, oferta que está absolutamente saturada. A la vez, está sobredemanda de alquileres impacta en los precios de los alquileres, que en el último mes aumentaron 7,5%.
"El nivel deseable de esfuerzo de acceso a la vivienda es el que había durante la década del '90, cuando los compradores eran genuinos y accedían al inmueble fácilmente a través de un crédito hipotecario", dice Franceschini. Para que vuelvan esos niveles, es necesario que bajen los precios de venta de las propiedades tanto como las tasas de créditos hipotecarios, a la vez que aumenten los salarios. Las previsiones de Franceschini indican que "en el mediano y largo plazo esta situación no parece que vaya a cambiar. Proyectamos que en las próximas mediciones el índice se mantendrá en los niveles actuales, lo que dificultará la compra de viviendas a los segmentos económicos medios".

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