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"El turismo identifica el polo con este país"
A cargo de esta tarea están los arquitectos españoles Alvaro Vigil Canal y Rui Costa, ambos del estudio Arqui-Concept, que se encargarán de la puesta en escena del Polo Club.
El recinto se inaugurará a fines de este año y contará con una ambientación de «polo», de ahí su nombre. En este espacio, los clientes del hotel dispondrán de una zona de lectura, televisión, bar y restorán.
Como si eso fuera poco, el restorán Máximus vivenciará una metamorfosis ya que estará abierto también por la noche y contará con una exquisita cocina mediterránea a cargo del chef Luciano Ratti.
Sobre el nuevo diseño de ese espacio del Hotel Emperador, los dos arquitectos dialogaron con Ambito del Placer:
Periodista: ¿Por qué decidieron que el restorán abra sus puertas a la noche seis años después de su inauguración?
Rui Costa: Todo tiene su etapa de desarrollo, y ahora consideramos que es el momento ideal para llevar adelante esto. Además, al restorán van a poder acudir todas las personas que así lo deseen. Antes, comer en un hotel era poco atractivo, el servicio parecía ser muy formal y no siempre se disfrutaba de una gastronomía de calidad, pero en la última década hubo una evolución más positiva de esta percepción, y la tendencia internacional ahora es que los restoranes de hotel se transforman en restoranes de la ciudad.
P.: Teniendo en cuenta que en la Argentina la parrilla domina las preferencias culinarias, ¿por qué se eligió la cocina mediterránea?
Alvaro Vigil Canal: Porque es muy sana y está bastante aceptada en la comunidad. Además, el chef Luciano Ratti ofrece mucha variedad de matices en este tipo de cocina.
P.: La inauguración del Polo Club Emperador es una apuesta fuerte y llama la atención que sea «polo», ¿cuál es el motivo de esta decisión?
R.C.: El polo mueve mucho al turismo y es un deporte muy característico de la Argentina, los turistas identifican al polo con el país. Hay que tener en cuenta que no hay un «estilo polo», es un conjunto de pequeños detalles que da la sensación de que «esto es polo» y las telas en colores azul, rojo y blanco dan ese sentido. A eso hay que sumarle los cuadros con, por ejemplo, un conjunto de cosas de este deporte, ya sean palos, gorros, cuadros de caballos y demás accesorios que ambienten el lugar.
P.: ¿Cómo es la ambientación del mobiliario?
R.C.: Los sillones, por ejemplo, tienen un tratamiento que los hace parecer viejos, antiguos, gastados. A pesar de que sean nuevos, pequeños detalles como el trabajo en el cuero y en los remaches les dan ese toque especial. Buscamos que tenga alma propia el salón.
P.: ¿El salón va a ser monotemático o estará segmentado?
R.C.: Segmentado. Es más, va a estar dividido en tres partes. Una es el club en sí mismo, en donde se puede tomar un trago y, si no estuviera la ley antitabaco, fumar unos puros (se ríe). Después va a estar la zona del buffet, muy iluminada con una araña de cristal enorme. Sería una zona intermedia. La tercera división es la estrictamente correspondiente al bar, con su barra y los adornos, y telas en otros tonos de colores que lo harán bien distintivo.
P.: ¿La materia prima que se utiliza para realizar este cambio es argentina?
A.V.C.: Tratamos de buscar todo acá y lo que no encontramos lo traemos de Madrid o de otras ciudades. Por ejemplo, algunas de las telas aquí no se consiguen y estamos obligados a traerlas de Europa.
P.: ¿Cuánto dinero demanda una obra de este tipo?
R.C.: Es una importante suma para una situación como ésta. Estamos hablando de 70 mil euros, que incluyen desde los materiales hasta la instalación.
P.: ¿En cuánto tiempo se completa la obra?
R.C.: Nosotros venimos una semana, dejamos todo coordinado y volvemos a España. Buscamos allí todo lo que nos falta, volvemos acá y en una semana tenemos todo montado. Como ya empezamos con todos los materiales, la puesta a punto es relativamente rápida. Es una operación comando.
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