7 de septiembre 2007 - 00:00

La mayor fortaleza es la relación precio-calidad

La mayor fortaleza es la relación precio-calidad
Escribe Rodrigo Quiroga Schmit Enviado especial

Con la tercera realización consecutiva del Foro Vitivinícola Internacional, y teniendo en cuenta la magnitud y resonancia que dicho evento ha tomado en el calendario de la industria enológica sudamericana, sumado a otras importantes acciones como la Feria Anual de Vinos y Bodegas en La Rural, la EVICO -evaluación anual de cada cosecha- y el agasajo oficial de la Fiesta de la Vendimia, Bodegas de Argentina se perfila como la asociación de mayor gravitación en lo que hace a los aspectos principales de una industria que, como la vitivinícola, bien podría servir de ejemplo a otras activi-dades del amplio quehacer productivo nacional.
El miércoles 29 de agosto se llevó a cabo una vez más, a salón lleno, en el Palmares Bureau de Mendoza, ese ya tradicional encuentro titulado este año La Gestión del Crecimiento. Desde la bienvenida hasta el cierre del ciclo de conferencias, que efectuó el presidente de Bodegas de Argentina, Juan José Canay, todos los disertantes pusieron énfasis en que la única posibilidad de crecimiento sostenido de la actividad depende del incremento de las exportaciones. Cabe, por tanto, señalar que el evento consistió en una serie de exposiciones enfocadas desde distintas perspectivas, pero con el común denominador de seguir creciendo en los mercados externos, particularmente en lo referente a las colocaciones de productos premium.

Diagnosticos

Abrió el ciclo de exposiciones el ingeniero Javier Merino, director de Area del Vino -quien por su brillante trayectoria se ha granjeado en el ambiente el apodo de «el economista del vino»-, haciendo un diagnóstico exhaustivo sobre la situación actual de la vitivinicultura argentina y poniendo énfasis en la necesidad de seguir aumentando los despachos externos, a pesar de «una pérdida sostenida de competitividad de 2003 a la fecha, que nos ha llegado a poner en situación desventajosa frente a nuestros principales competidores». Sin embargo, Merino manifestó que, de continuar la tendencia creciente en las exportaciones, estima que para 2010 el valor de los envíos superará los 900 millones de dólares. Acto seguido expuso el analista de mercados Ignacio Pons, de la consultora Euromonitor de Chicago, quien efectuó un análisis de la probable evolución hacia 2011 de los mercados japonés, brasileño, británico, norteamericano, ruso y chino, haciendo foco en los tres últimos como potencialmente más interesantes para nuestras exportaciones, en función del probable crecimiento exponencial de su demanda y de la mayor afinidad de esos consumidores con el tipo de caldo que se elabora en nuestro país.
El tercer panelista fue el sudafricano Johan Van Rooyen, CEO de la South African Wine & Brandy Company, quien trazó un paralelismo entre nuestra industria y la de su país, poniendo, por ejemplo, en el debe las dificultades de financiación que ambas industrias sufren o el escaso conocimiento de que aún gozan nuestros productos en el mundo, y en el haber el potencial que nos brinda el «terroir» de ambos países para producir vinos de excelencia a costo relativamente más bajo que otros jugadores principales del llamado Nuevo Mundo Vitivinícola. A su turno, Alejandra Aisenberg, directora de proyectos de TNS Gallup Argentina, hizo una interesante reseña sobre los resultados de una encuesta encargada por Wines of Argentina, en 36 focus groups de ciudades testigo de México, Brasil, Estados Unidos, Dinamarca y el Reino Unido, elaborada a fin de conocer la imagen que poseen los vinos argentinos en esos destinos.
Los resultados en México determinan que nuestros productos poseen buena calidad, fama y otorgan prestigio, mientras que en Brasil el vino argentino todavía es menos conocido que el chileno. En Estados Unidos aún se nos confunde con Chile dentro de la denominación genérica de vinos sudamericanos. Por su parte, los británicos manifestaron interés en conocer y probar nuestros vinos como parte de una cultura que los atrae. Los daneses, si bien en general los han probado, tampoco establecen claras diferencias respecto de los trasandinos en lo relativo a sus características sensoriales. El resultado general del trabajo arroja una percepción común sobre nuestros vinos como tintos de sabor y color intensos, buen cuerpo e interesante relación precio-calidad.
A Mario Vicens, como presidente de ABA, le tocó «bailar con la más fea». El ex secretario de Hacienda de la Nación, luego de hacer una exposición enfocada en la recuperación del sistema financiero argentino después del colapso de 2002, reconoció que en buena medida la reaparición del crédito para la industria enológica es todavía una deuda pendiente. Finalizada su exposición debió sortear la unánime inquietud del auditorio en referencia al futuro inmediato de la inflación y, consecuentemente, de las tasas de interés para los préstamos, tan necesarios para el crecimiento de las pymes del sector, sobre lo que se mostró cauto y diplomático a la vez.
El siguiente orador fue el ruso Igor Serdyuk, director editorial de la revista «Magnum», que expuso lo que a su criterio son las siete condiciones sine qua non para entrar a un mercado que en 2006 consumió más de 307 millones de litros, cifra que se podría duplicar en la próxima década, ya que en su país se lleva a cabo una intensa campaña pública de promoción del vino, orientada a reemplazar parcialmente al vodka como principal bebida, en función del elevado grado alcohólico de éste. Serdyuk subrayó la necesidad de ofrecer vinos de baja acidez, frutales y suaves, de calidad estable, marca reconocida, segmentación por target, promoción constante, prevención del riesgo macroeconómico ruso y relación personal con su importador / distribuidor.
La penúltima ponencia de la serie la llevó a cabo el cubano-americano Jorge Picos, vicepresidente de Southern Wine & Spirits, una de las cuatro megadistribuidoras de vino y espirituosos en los Estados Unidos. Entre las principales estrategias para expandir nuestra participación en dicho mercado, Picos mencionó la identificación del consumidor, el objetivo al que se quiere llegar, la estrategia posterior de distribución para alcanzar ese target, el cuidado en la selección del distribuidor y la conveniencia de asociarse con éste.
Le tocó cerrar el ciclo de conferencias luego de 72 horas de viaje al francés Bruno Ivon, vicepresidente de Möet & Hennessy en China, quien, en un inglés bastante afrancesado, ilustró a la audiencia sobre el desafío de desarrollar los mercados asiáticos en general y el chino en particular. Para tal fin utilizó un cuadro FODA, en el que mostró como fortalezas de nuestra industria la calidad promedio y el hecho de tener un varietal insignia, que describió como acorde con el paladar chino. Como oportunidades señaló la categoría de Nuevo Mundo -en la que figura nuestro país- como la que más crece en Asia y la buena posibilidad de maridar el Malbec con la comida china en general.

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