18 de octubre 2001 - 00:00

Las microempresas se unen para mejorar sus ventas

Las microempresas se unen para mejorar sus ventas
En los últimos tiempos han surgido en la Argentina numerosos espacios institucionales independientes destinados a aglutinar, representar y contener a las microempresas. Uno de los últimos ejemplos es la Cámara de Emprendedores (CADE) fundada con el compromiso de colaborar en el seguimiento de los proyectos de sus miembros, asistirlos para mejorar las condiciones de comercialización de sus productos, organizar ferias que les faciliten la colocación de estos artículos en el mercado y fijar la identidad de la microempresa en el imaginario social.

La CADE fue creada a pulmón entre varios emprendedores que alguna vez tuvieron una PyME o fueron empleados en relación de dependencia y se encontraban en la dura tarea de encontrar la manera para reconvertirse y generar una nueva fuente de ingresos autogestiva, cuando advirtieron que no existía una política concreta dirigida a la microempresa más allá de la abundante presencia de cursos y talleres de capacitación. Por eso, el primer objetivo que se plantearon cuando crearon CADE en diciembre de 2000 -una entidad que se financia con una cuota social de $ 10 aportada mensualmente por cada uno de sus 150 socios- fue el de comenzar a «identificar las necesidades más concretas y urgentes para que la microempresa pudiera llegar a ser un emprendimiento sostenible», cuenta su presidente, Rodolfo Raffo.Este fue el norte en base al cual trazaron la línea de trabajo buscando «recabar información de todo lo que hubiera en el mercado para las micro y pequeñas empresas, sondeando qué había disponible desde el gobierno nacional, las fundaciones privadas u otras instituciones».

Vinculacion

Un camino que los llevó a vincularse con diferentes instituciones afines a CADE como APYME (Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios), MEGA (Microempresas Argentinas Asociación Civil), Fedecámaras (Federación de Cámaras), REDESA (Red de Empresas Sociales) y FAAME (Federación Argentina de Asociaciones de Microempresas), arribando a la conclusión de que uno de los obstáculos más difíciles de sortear a que se enfrentan los emprendedores es la comercialización de sus productos.

Entonces «nos propusimos encontrar una cantidad de lugares que les permitiesen a nuestros miembros vender sus artículos y ofrecer sus servicios -relata Raffo-. Así surgieron los contactos con los clubes de barrio en donde hoy en día estamos instalando nuestras ferias. La asociación mutua se generó cuando nos dimos cuenta de que podían constituirse en ese eje que estábamos necesitando, siendo que ambos nos beneficiábamos: los clubes, de los cuales muchos se encontraban en una situación terminal o atravesando una coyuntura muy difícil, recuperaban la participación de la gente; y nosotros pasábamos a contar con ese espacio tan vital donde exhibir nuestros productos, evitando la precariedad que significaba implementarlo en el espacio público».

«El trabajo rindió sus frutos, porque a medida que CADE difundía su proyecto, y sobre todo a partir de su acercamiento a los Centros de Gestión y Participación, otras instituciones como el Club Comunicaciones, Atlanta, la Facultad de Agronomía o una asociación que se encarga del resguardo y desarrollo del parque Avellaneda se fueron acercando para ofrecer su colaboración. Como sucedió con los Amigos de la calle Warnes, quienes nos propusieron realizar una actividad en conjunto en la plaza de esa zona, donde nosotros desarrollaríamos la feria de microemprendedores y un espectáculo de cierre, y ellos organizarían una exposición de autos, con lo cual lograríamos convocar a los vecinos a una zona del barrio que durante los fines de semana no es muy concurrida.»

Vivero de empresas

Mientras que de otra de las propuestas de la gente que se fue acercando a medida que el proyecto iba creciendo surgió un nuevo proyecto en el que CADE se ha embarcado con altas probabilidades de concretarlo: un ex empresario PyME ofreció su fábrica en desuso para que pudieran aprovechar ese espacio y la Cámara de Emprendedores está evaluando instalar allí un «vivero de empresas para transformarlo en un lugar de generación de nuevos emprendimientos -revela Raffo- que se puedan vehiculizar a través de una forma asociativa de trabajo que en Italia constituye nada menos que 70 de la economía de ese país».

A través de este mecanismo, las empresas podrían mejorar su producción al ver reducidos los costos de sus insumos a niveles significativos y articular una cadena más eficiente de distribución para lo cual «ya hemos hecho un contacto con la Embajada de Italia a fin de buscar la forma de trasladar esta experiencia en la Argentina», explica el presidente de CADE, que tienda a lograr una especialización de las microempresas en cada una de estas etapas y permita mejorar su gerenciamiento.

Divulgacion

La otra línea de trabajo que está llevando adelante la Cámara de Emprendedores consiste en la organización de una serie de conferencias que tiene como objetivo la fijación y divulgación de la identidad de la microempresa.

Así fue como durante este mes se programaron diferentes ponencias de destacados panelistas en entidades como el Teatro San Martín, premisa con la cual el 15 de diciembre se llevará a cabo en la Facultad de Ciencias Económicas el primer congreso de este sector que, según los datos que maneja Raffo, «representa 49% de la producción nacional sin contemplar el importante caudal que se canaliza por la vía informal». La organización de CADE se compone de una comisión directiva que se reúne todos los lunes a las 19 en la sede ubicada en Rivadavia 781 1º, y por subcomisiones temáticas como las de Capacitación, Eventos, Finanzas, Investigación, Relaciones Públicas y Prensa y Difusión, que hace lo propio todos los miércoles a las 19 en el mismo lugar.

Para más información: tel.: 4952-1810/1686 E-mail: camargemprend@hotmail. com, [email protected].

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