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Miami, un destino para los viajeros exigentes
A todo esto, el Park Central de South Beach está festejando el 18º aniversario de su restauración ofreciendo las mismas tarifas de 1937, cuando fue inaugurado. Son de tan sólo u$s 1 por noche, pero claro está que no hay lugar para todos: habrá ganadores mensuales, de aquí a diciembre, que deben inscribirse en la página Web de la propiedad (thepark central.com). Diseñado por el célebre arquitecto Henry Hohauser, el Park Central fue en los años dorados el lugar elegido por las celebridades de Hollywood, nómina que incluyó a Clark Gable, Carol Lombard y Rita Hayworth. Su rescate llegó de la mano del urbanista Tony Goldman, el mismo que reinventó el Soho de Manhattan. Si bien el Fontainebleu perdió la bandera Hilton por años de descuido y deterioro en sus instalaciones, sus propietarios apuntan a recuperar prestigio con una flamante torre de 36 pisos que cuenta con 460 apartamentos de un ambiente y suites de uno y dos dormitorios con cocinas.
La cadena de lujo Shangri-la de Asia-Pacífico anunció que en 2008 plantará bandera en Miami por medio de un hotel de 147 habitaciones, parte del proyecto de uso mixto Island Gardens de u$s 480 millones. La propiedad contará con una marina con 50 amarras para yates de gran porte. Mientras tanto, prosiguen las obras del Regent South Beach, establecimiento que a partir de la próxima primavera boreal dispondrá de 80 suites, incluyendo 27 penthouses con escaleras en espiral que llevarán a terrazas privadas con jacuzzi, wet bar, música estéreo y toldo rebatible, ajustable por control remoto. The Related Group, una de las empresas líderes de la Unión en bienes raíces, construirá el Viceroy Resort and Residences en el sitio donde acaba de ser demolido el Sheraton Biscayne Bay, sobre la avenida Brickell. Serán 129 habitaciones en un edificio de 50 pisos que formarán parte del complejo residencial Icon Brickell, integrado por tres torres.
Hablando de demoliciones, a mediados de año desaparecerán -implosión mediante- dos excelentes establecimientos: el Sheraton Bal Harbour y el Sonesta Key Biscayne. ¿Razones? El precio de los terrenos, que llama al mismo negocio que está experimentando Nueva York: los condo-hotels, edificios que combinan unidades residenciales con habitaciones hoteleras.
El lugar del Sheraton, frente al centro comercial de los Estados Unidos que más factura por metro cuadrado, el sofisticado Bal Harbour Shops, será ocupado por un St. Regis, marca de lujo del grupo hotelero Starwood, mientras que el Sonesta -u$s 300 millones mediante- multiplicará su capacidad de la mano de Fortune International, grupo que preside el empresario argentino Edgardo Defortuna.
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