15 de octubre 2004 - 00:00

Para chicos Disney World y adolescentes Las Vegas

Para chicos Disney World y adolescentes Las Vegas
  L ejos de mí está incitar a juegos de azar, a los que nunca fui adicto, pero al canjearme mi hija un viaje por su fiesta de 15 años, medité bastante y me decidí por Las Vegas, en Estados Unidos. Y lo aconsejo para adolescentes en esa edad, como mi hijo, de 14 años que fue ineludible sumarlo y que, por planteo de la hermana, me llevará a festejar el año próximo sus 15 años, aunque no sea costumbre en los varones. American Airlines a Dallas y salto a Las Vegas, fue mi itinerario de aventura.
Las Vegas, con visión empresaria, ha desarrollado a la par de la «ciudad del juego» un formidable conjunto de entretenimientos para estos adolescentes cuyas edades les impiden ingresar a un casino. En todos los hoteles, tras haberlos recorrido en su mayoría, padres con sus hijos adolescentes se desplazan entre máquinas tragamonedas, mesas de ruleta, de black jack, de seven eleven, así vayan a ver un espectáculo tan inocente como David Copperfield (retornó con nuevos trucos de magia hasta incluir uno en el cual 800 espectadores en sus mesas encuentran una planilla que deben cortar en forma de cartas y se llevan la sorpresa de que él, dirigiendo desde el escenario, hace aparecer entre sus traseros y el asiento la carta sol que él predice, además de hacer desaparecer hasta 12 espectadores juntos en el escenario. Impresionante.)

•CREAR FUTURO

Desde ya los adolescentes no pueden pararse frente a las mesas y máquinas -las multas son severísimas para el casino-pero circulan y las conocen. Para el negocio de Las Vegas eso es crear futuro. ¿Está mal ver el juego? Creo que atrae más lo oculto y que las perversiones dependen de otras circunstancias. Como dice «Chiche» Gelblung, Adolfo Hitler nunca vio televisión...
En cambio, para chicos menores de 5 años no hay prácticamente juegos en Las Vegas y hasta está prohibido ingresar con ellos en las funciones de los casinos.
Cada hotel brinda espectáculos gratuitos, algunos en su exterior que gustan a adolescentes y a adultos, a decir verdad. Disparos con gran realismo de dos barcos, uno pirata, frente al hotel de la Isla del Tesoro; el impactante juego de luces y aguas danzantes frente al Bellaggio; la vuelta en góndola dentro del hotel Venezian; las carrozas aéreas con las garotas de Ipanema sobre las salas de juego en el Rio; los tigres blancos y delfines en el Mirage; el acuario con tiburones que Ud. cruza por abajo en el Mandalay Bay. Súmele el radiante juego de luces en el techo de las calles cubiertas en el Downtown cada hora y también totalmente gratuito.

Un matrimonio creo que la pasa muy bien en el hotel Bellaggio o en el Venezian, pero con hijos el Mandalay Bay suma algo que ya había visto como muy entretenido en Lost City, Sudáfrica: la inmensa playa prefabricada con arena, y olas artificiales que se forman cada minuto y medio.
Pero no termina allí. Tieneel fabuloso viaje en helicóptero sobrevolando el Cañón del Colorado, que tanto agrada a jóvenes y grandes. Tiene montañas rusas en plena ciudad, trenes aéreos que comunican hoteles -caso de Mandalay Bay, Luxor y Excalibury por si fuera poco agréguele la torre Stratosphere, de 900 pies de altura (300 metros), donde Ud. tiene otra montaña rusa que circula fuera de la torre en lo alto, un torpedo que lo proyecta fuera de la baranda a velocidad al pleno vacío y frena y, finalmente, el Big Shot, que lo levanta 8 metros sentado y bien atado, lo tira en caída libre y frena a 50 centímetros del suelo. Adrenalina pura, ideal para adolescentes la torre, y un drama para padres sufridos que, a pedido, los acompañan.
Luego de haber pasado 6 días -mis hijos querían más o por lo menos la promesa de volver-me formé mi propia teoría: lo conocido es que todo casino que se precie no debe tener ventanas que le muestren al jugador que ya es de día, para que siga jugando.

Las Vegas cumple esto, pero agregó tanto juegos para adolescentes como grandes casas de moda para mujeres para que nada de la familia distraiga al padre al efecto de que juegue y pierda o gane tranquilo. Pero si Ud. no tiene el vicio de jugar, puede aprovechar el mismo esquema y quedar bien con su prole en esa edad adolescente, complicada. Y, personalmente, pasarla bien porque es la ciudad que más crece en el mundo; es rutilante en luces a la noche, modernísima en edificación y hoteles y recibe 52 millones de turistas por año.

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