''Quisimos reunir a los amantes de las maltas''

Reigosa fue cumpliendo sus aspiraciones una a una. En 1998 se propuso tener en botellas la colección más grande de Sudamérica y hoy tiene «la segunda colección más grande del mundo», con 1.870 botellas. En marzo planea festejar la Fiesta de San Patricio en un monasterio irlandés.

El próximo martes 28 de noviembre se realizará en el Palacio Paz del Círculo Militar de la Ciudad de Buenos Aires la Tercera Fiesta Nacional del Whisky, exclusiva celebración que viene creciendo anualmente desde el 1 de diciembre de 2004 gracias al tesonero impulso de Miguel Angel Reigosa, presidente de la Asociación Whisky Malt Argentina.
«Mi locura por las maltas empezó en 1988, cuando Juan Jara, gerente de una destilería, me regaló una botella de Macallan», confiesa Reigosa, y no es para menos, le dio a probar el que muchos consideran el Rolls Royce de los whiskies elaborados con malta. Por ese tiempo Reigosa viajaba todas las semanas al exterior porque tenía una importadora de perfumes y relojes. Llegó a visitar 33 países, y de ellos fue trayendo botellas de whisky que comenzaron a conformar una colección. Hasta ahí era sólo un habitué más del café que está en avenida De los Incas al 3900. Su «pasión por las maltas» lo llevó a adquirir el Café de los Incas, remodelarlo con estilo muy british, y tener la mejor barra de whiskies expuesta en un bar de Buenos Aires. En esa jugada se decidieron muchas cosas, hasta la posibilidad de tener una reina criolla del whisky.
Reigosa se impuso una serie de metas que fue cumpliendo paso a paso y hasta superándolas. La barra de su bar lleva recibidos 26 premios internacionales de diversas destilerías por ser una de las más completas que se conocen.
En 1998 se propuso tener en botellas de whisky la mayor colección de Sudamérica, y hoy con 1.870 botellas diferentes es «la segunda colección más grande del mundo». Tiene en su colección, entre otros, el whisky de la edición limitada lanzada para el casamiento de Lady Di y el príncipe Carlos, la del viaje inaugural del Concorde en 1976, la del papa Juan Pablo II, o un whisky de Tasmania elaborado con agua de lluvia.

WHISKY LOVERS

En 1998 se empeñó en fundar una asociación de whisky lovers, y con cinco socios creó la Whisky Malt Argentina. Al año siguiente ya eran 20 y en 2001 llegaron a los actuales 570 miembros. La crisis de la devaluación llevó a la desaparición en las góndolas de las grandes marcas importadas, pero la asociación de amantes del whisky ya estaba formada, y es así como desde 2004 ese grupo se lanza a proyectos más ambiciosos que comienzan con
la Primera Fiesta Nacional del Whisky, y ya han adquirido para su sede (donde va a haber charlas, cursos y conferencias y hasta van a elaborar whisky artesanal), la que fue la legendaria confitería Camerún, de avenida Udaondo y Libertador.
La Tercera Fiesta Nacional del Whisky, como todos los años, tendrá la elección de su reina, la actuación de bandas de música celta (como Scottish Band y el Centro de Gaitas de Buenos Aires) y por muchas razones, así como el año pasado el padrino fue Raúl Lavié, este año lo será René Lavand.
Las razones, para Reigosa, son que es «uno de los mejores magos del mundo, una figura argentina de reconocimiento mundial». Pero podría considerarse que el genial René Lavand, con su figura de tahur de Kentucky, podría aparecer perfectamente en un western bebiendo un bourbon, así como hizo un extraordinario capomafia en el film «Un oso rojo». Por otra parte, un buen publicitario trataría de comprarle a Lavand su maravilloso eslogan «no se puede hacer más lento» para enseñar cómo debe elaborarse y paladearse un whisky de la más alta calidad.
Entre los proyectos de Miguel Angel Reigosa, ese hijo de gallegos que ha descubierto que la sangre celta corre por sus venas, está celebrar en marzo «la Fiesta de San Patricio en un monasterio irlandés que está en medio del campo, a 15 minutos de Carmen de Areco».
Máximo Soto