''Tengo pendiente conocer la India, Rusia y China''

Teresa Calandra viaja a Milán, París y Nueva York, al menos dos o tres veces por año para ponerse en contacto con el esplendor de la moda

Escribe Silvia Montenegro

Si hay un mundo glamoroso, es el de la moda. Desde comienzos del siglo XX en las pasarelas de Milán, París o Nueva York, los grandes diseñadores desplegaron su creatividad e impusieron nuevas tendencias, estilos, texturas, colores. En esas ciudades, Coco Chanel, Yves Saint Laurent o Giorgio Armani ayudaron a escribir la historia moderna de la moda del mundo occidental. Fue allí donde exóticas modelos como Twiggy, Kate Moss o Cindy Crawford y estrellas como Marilyn Monroe, Sofía Loren o Grace Kelly, se transformaron en verdaderos referentes de la moda de su tiempo.
Hacia Milán, París y Nueva York, Teresa Calandra viaja al menos dos o tres veces por año para ponerse en contacto con el esplendor de la moda europea y americana, y recorrer esas ciudades maravillosas. Reconocida por su belleza distinguida, la ex modelo y actual empresaria -acaba de presentar su línea de ropa Calandra y desde hace algunos años tiene colección de anteojos- ha sabido conquistar un lugar en el universo de la moda local y mantenerlo. «Recientemente estuve en Nueva York presentando mi colección. Fueron pocos días, menos de una semana, pero muy intensos. Siempre es un placer caminar por esta ciudad increíble. La verdad es que viajo constantemente, y de cada país o ciudad hago notas sobre moda y estilos para mi programa de televisión «Con Teresa», en el que entrevisto no sólo a modistos sino también a personalidades de la cultura, el arte, la arquitectura y el diseño. Me interesa especialmente conocer nuevos hoteles y museos antiguos.» Sin embargo, ante la propuesta de elegir su hotel preferido, no selecciona uno nuevo sino un clásico parisino, el Hôtel Plaza Athenée, ubicado en la aristocrática Avenue Montaigne, centro de la moda, el entretenimiento y los negocios. Destaca: «La novedad es que crearon un bar absolutamente moderno, pero que tiene detalles clásicos y de estilo, y una barra perfectamente iluminada y con adornos barrocos».
El modelo francés de indumentaria siempre estuvo asociado a la elegancia, el lujo, la perfección estética, pero Teresa Calandra prefiere el estilo italiano. Y de Italia, «nada como Milán», dice la entrevistada. En la ciudad de los escaparates y el shop design, hay hoteles memorables, como el Four Seasons y el Bulgari Milano, pero su preferido es el Corso Como 10, una propuesta novedosa que combina jardines floridos para tomar el té, restorán gourmet, corners con libros y variados productos, tiendas con ropa de Gucci, espacios dedicados al arte, y tres habitaciones en las que es posible alojarse. Teresa dice: «Están decoradas con diferentes estilos. La última vez que estuve elegí la habitación pop, todo allí recordaba al único e inigualable Andy Warhol. Milano es tal vez el mayor centro de diseño del mundo. Todos los años visito la Feria del Mueble, la más importante de todas, en la que participan arquitectos y diseñadores de renombre que muestran lo último en muebles y objetos». Este año la 46ª Feria Internacional del Mueble se realizó en mayo en las afueras de Milán, fue cubierta por más de 400 periodistas y se expusieron creaciones absolutamente sensacionales y también producciones más formales.
«También viajo a Italia para la Semana de la Moda. Observo las nuevas tendencias antes de que lleguen a nuestro país. Me siento muy identificada con la moda italiana, que se adapta a un estilo de mujer muy glamorosa, femenina, con clase. Básicamente traigo ideas y, con mi socia Gabriela Flores Pirán, las adaptamos, como hacen todas las firmas. Creo que en todo lo que es moda «menos es más». Para mí, dos íconos absolutos son Jackie Kennedy y Audrey Hepburn, porque eran refinadas y con un estilo único». De los modistos, prefiere a los italianos Armani, Donatella Versace -hermana del innovador Gianni-, y Anna Molinari, y también al español Roberto Cavalli.

Tiempo de ocio

Si la propuesta es vacacionar, su destino preferido es Cerdeña: «Me gusta por su gente, el paisaje y el clima. Suelo viajar al Caribe al menos una vez al año, allí puedo meterme en el mar porque el agua es más caliente. En cambio, como soy bastante friolenta, jamás voy al mar en las playas de la costa argentina o de Uruguay». Cuenta que conoce bien nuestro país, y que le encanta especialmente Purmamarca, el Glaciar Perito Moreno, Mendoza y Salta. Recuerda con cariño las vacaciones de su infancia: «Con mi familia veraneábamos en Mar del Plata. En esa época nos íbamos cuando terminaba el colegio en diciembre y recién volvíamos a la Capital en marzo para el comienzo de las clases. La vida era otra. Hoy es impensado tomarse dos meses de vacaciones».
Vive en la Ciudad de Buenos Aires, hace gimnasia habitualmente, no toma alcohol, su comida preferida es la milanesa con puré y el flan casero, muchos fines de semana se va al campo, y disfruta especialmente el tiempo que pasa con su nietita Assia, que vive en Uruguay: «Ella me cambió la vida. Y tengo la alegría de haber colaborado con sus papás, mi hijo Hassen y mi nuera Ciara, en la elección del nombre. Unos meses antes de su nacimiento, estaba de viaje por Europa y se me ocurrió preguntarle a la dueña de una de las boutiques más importantes qué nombre le gustaba. Inmediatamente me dijo Assia. La llamé por teléfono a Ciara, y le encantó...».
La última pregunta: ¿Conoce Asia? «No, tengo tres viajes pendientes: la India, Rusia y China.»