28 de octubre 2005 - 00:00

Un recorrido purificante

La Villa de Merlo creció de manera intensa, pero conserva intactas sus bellezas naturales.
La Villa de Merlo creció de manera intensa, pero conserva intactas sus bellezas naturales.
Al pie de las Sierras de los Comechingones, en San Luis, se levanta la Villa de Merlo. Fusión de naturaleza e historia, la ciudad puntana ofrece a quienes la visitan sus características más particulares para disfrutar de unas vacaciones únicas: el paisaje y el microclima.«Porque el aire es azul, el agua buena, y la montaña nos ofrece amparo si el indio quiere provocarnos guerra», las palabras del gran poeta puntano Antonio Esteban Agüero parecen resonar en cada cerro, en cada arroyo, en cada álamo. Caminar los arroyos sorteando rocas inmensas, llegar a las cumbres más altas o nadar en los piletones naturales en medio de un paisaje serrano supera las expectativas de unas vacaciones inolvidables.
Parece mentira que hace sólo unas décadas, en los alrededores de Merlo, los lugareños debían sortear caminos de tierra y piedra para llegar a destino, o que cada mañana las amas de casa salían ansiosas a las puertas de sus casas con grandes ollas que cargaban con la leche recién ordeñada que traía, puntual, un vendedor en sulky, una ceremonia obligada como tantas otras. Hoy, poco más de dos siglos después de su fundación, la Villa de Merlo es una ciudad que creció de manera intensa pero que conserva intactas sus bellezas naturales. Ubicada en el extremo nordeste de la provincia de San Luis, a 194 kilómetros de la capital y al pie de las Sierras de los Comechingones, se encuentra esta villa de montaña reconocida internacionalmente por su microclima, considerado el tercero en el nivel mundial. El aroma a aire ozonificado, que tan bien le hace a la salud, es inconfundible.
Merlo deslumbra con montañas que cambian de color varias veces al día, y que en invierno se cubren de un manto blanco; valles; arroyos de aguas cristalinas; saltos; sitios históricos; bosques de molles, tabaquillos, quebrachos, algarrobos y espinillos; una variada y colorida población de aves; y todo permanentemente decorado por el perfume de sus plantas aromáticas.

El microclima
El microclima es sin duda una de las características más relevantes del lugar. Con una temperatura media anual de 20°C, el microclima de Merlo, hemos dicho, es el tercero en el nivel mundial después de los registrados en California, Estados Unidos y Suiza. Pero, veamos cuáles son los componentes y factores que hacen destacar el microclima.
c La ozonización: la atmósfera merlina cuenta con proporciones de ozono más altas que las normales debido a la desintegración del granito anfibol que se encuentra en las sierras.
c La ionización: fenómeno por el cual los átomos se transforman en iones. La Villa de Merlo es una de las regiones del mundo que cuenta con mayor porcentaje de ionización negativa, lo que produce un efecto energizante y estimulante en el ser humano, y lo hace sentir bien predispuesto y de buen ánimo.
c Oxido nitroso: al desintegrarse el granito anfibol cuando se une con la atmósfera, se desprende nitrógeno, que al contacto con el oxígeno produce óxido nitroso, que por vía de inhalación genera sensación de bienestar en las personas. - Radiactividad: la radiactividad muy raramente se da en forma natural y atmosférica. Por un extraño privilegio se manifiesta en la atmósfera merlina.

Lo imperdible
Merlo ofrece infinidad de propuestas de esparcimiento durante todo el año. La hotelería y la buena gastronomía suman más encantos al lugar. Posee una importante vida nocturna con sus confiterías, restoranes, pubs y el imponente Casino Internacional Flamingo situado sobre la Avenida Del Sol, la principal del casco urbano.
Un circuito de asfalto que rodea la Villa de Merlo y atraviesa distintos puntos estratégicos permite imbuirse de lleno en la vida, cultura e idiosincrasia merlinas. Uno de estos lugares es la pintoresca Piedra Blanca, ubicada a sólo cuatro kilómetros del centro de Merlo. Las cristalinas aguas del arroyo Piedra Blanca que le dio el nombre a esta zona sirven además de límite natural con la provincia de Córdoba.
El poeta Leopoldo Lugones supo evocar en sus versos ese paraje porque su esposa era oriunda de ese lugar, en el que aún se conserva parte de su vivienda. También a cuatro kilómetros de la plaza principal de Merlo están los baños naturales de Pasos Malos.
Caminando hacia el este, se encuentra la Cascada Olvidada con hermosísimos y profundos piletones naturales.
La zona residencial de Rincón del Este está recostada sobre las márgenes del arroyo El Rincón y se caracteriza por casas de descanso diseminadas entre cerros, quebradas y generosa vegetación. Ese arroyo posee varias cascadas y un embalse. Entre sus caídas de agua se destaca el «Salto del Tabaquillo», de unos 15 metros de altura, que recibe su nombre por un arbusto característico de la zona.
Desde allí también es posible realizar el circuito «Damiana Vega» que llega hasta Cerro de Oro por el faldeo de la sierra, o tomar el camino de tierra hasta la Reserva Floro-Faunística.
Otra alternativa es aprovechar el camino recientemente asfaltado hacia El Mirador del Sol, que ofrece una vista privilegiada de todo el Valle del Conlara, para llegar al filo de las Sierras de los Comechingones y observar la espectacular postal que desde allí se aprecia.

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