Una conferencia en clima de tensión y confusión

El editor de esta sección, Richard Leslie Ramsay (centro), rodeado por algunos de los expositores del foro. El próximo 9 de enero se llevará a cabo el primer encuentro de 2002.

Los asistentes a la conferencia realizada en el hotel Sheraton Libertador pudieron comprobar, horas más tarde, la contundencia de aquellos diagnósticos cuando se producía el cacerolazo popular que desencadenó no sólo la renuncia de Domingo Cavallo sino también la del propio Fernando de la Rúa.
El programa de la segunda convocatoria organizado por “mbito del Comercio Exterior TV” Ambito del Comercio Exterior-Ambito Financiero y Fundosmil, había incluido esta vez la presencia de notables analistas, como en los casos del ex secretario de Planeamiento Estratégico, Jorge Castro; el diplomático Diego Guelar; los economistas Pablo Tigani y Tomás Bulat, y el empresario César Tortorella, entre otros.

“o que se le reclama a un país emergente es responder a la pregunta de cuánto poder político tiene para enfrentar los desafíos que le presenta su situación estructural en relación con el sistema financiero internacional” sostuvo durante su intervención el ex funcionario Castro.
“ la respuesta es -prosiguió- que en la medida en que existe una situación de desarticulación política no hay ayuda internacional posible en esa crisis porque el problema no consiste en la falta de ayuda internacional sino en la falta de poder político.”

Previamente, el ex embajador ante los Estados Unidos, Diego Guelar, había iniciado su disertación con la siguiente frase: “stamos asistiendo a la crónica de un muerte anunciada con mucho dolor” Obviamente, estaba haciendo referencia a los actos de saqueos que se venían produciendo ese mismo día en todo el país.

En su carácter de dirigente del PJ, también deslizó una crítica hacia las conductas que persisten en los enfrentamientos en el seno de su partido. “ambién siento dolor porque muchos compañeros de ruta en el Partido Justicialista se paralizaron y se metieron en una increíble y absurda interna y no se ha afrontado la responsabilidad de evitar todo esto que está pasando.”

Cuadro de situación

Este diplomático no necesitó dar nombres para aludir a la clara división de aguas que separa a dirigentes como el ex presidente Carlos Menem, el senador Eduardo Duhalde o los gobernadores Carlos Ruckauf (Buenos Aires), José M. de la Sota (Córdoba), Carlos Reutemann (Santa Fe) y Néstor Kirchner (Santa Cruz), entre otros.

Quizá lo anterior también contribuya a explicar la decisión adoptada por la mayoría justicialista, con el presidente provisional Adolfo Rodríguez Saá a la cabeza, de convocar a elecciones para el 3 de marzo mediante la polémica utilización del sistema de ley de lemas. Es decir, para dirimir en ese mismo acto la interna partidaria.

Durante la apertura de la conferencia sobre los “untos de coincidencia para la Argentina que viene” el editor responsable de esta sección, Richard Leslie Ramsay, tras dar la bienvenida a la concurrencia, se permitió fijar su posición a favor de la utilización de una tercera moneda, en el marco de la dicotomía planteada entre la dolarización y la devaluación. “ntendemos que ante tan crítica situación, tanto la dolarización cuanto la devaluación tendrían consecuencias sumamente dolorosas para el pueblo argentino; por ello, creemos en la necesidad de una tercera moneda, tal lo planteó David Expósito, en nuestra primera convocatoria, llevada a cabo el miércoles 20 pasado.”

Por su parte, el titular de Fundosmil, Jesús González, renovó su prédica sobre la necesidad de proponer alternativas que se afiancen en el tiempo como políticas de Estado. Y de manera especial, la “doneidad”que deben exhibir los funcionarios para desempeñarse en una u otra área pública determinada.

A su turno, el economista Pablo Tigani (Fundación Hacer) brindó un amplio panorama basado en datos estadísticos sobre la delicada situación argentina en materia económico-financiera, dentro del contexto internacional. Pero se diferenció de los analistas políticos: “ada de lo que está pasando tiene que ver con la falta de madurez de los políticos o la falta de madurez de la democracia sino con números concretos que están expresados no sólo en lo financiero sino también en la actividad económica a nivel de la economía real”

Tigani explicó con lujo de detalles lo que denominó la “esaceleración del comercio mundial”en los últimos años y mostró las proyecciones que indican que “os pronósticos se corrigen hacia abajo”tanto en los Estados Unidos como en Europa como consecuencia de la “etracción del consumo y la inversión”

Al trasladar el tema a nuestro país, mencionó diferentes indicadores. Por ejemplo, una caída de la industria automotriz de 42 por ciento y en el comercio minorista (supermercados, 10 por ciento, y shopping, 20 por ciento). Detalló, además, la baja de la recaudación en los meses de setiembre (14 por ciento), octubre (11 por ciento) y noviembre (11 por ciento).

Por su parte, el economista Tomás Bulat (FONCAP) explicó las consecuencias negativas que había producido la medida conocida como “orralito”para los depósitos dentro del “ector informal”de la economía local, el cual alcanzaba -según dijo- casi a 40 por ciento.

También afirmó que no existía “espuesta institucional”para los pequeños emprendimientos de gente que ya no dependía de un sueldo, ya sea por la pérdida de su puesto de trabajo o porque había optado por cobrar una indemnización para trabajar por cuenta propia. Y en ese sentido, mencionó una propuesta destinada a la creación de un banco de desarrollo regional.

Pero Bulat sorprendió a todo el auditorio cuando se pronunció a favor de la “evaluación” por entender que “a Argentina es cara”y sugirió “ambiar el miedo por no tocar el tema”

Distintas propuestas

Desde ya, ninguno de los expositores de las dos primeras conferencias había incursionado en esa propuesta. Todo lo contrario. Se habían escuchado voces críticas hacia la devaluación, como en el caso de Tigani (“ería un desastre” o David Expósito (quien propuso la entrada en vigencia de una tercera moneda, tal como ahora sucederá) o directamente a favor de la dolarización como, por ejemplo, Jorge Castro.
A continuación, el vicepresidente de la Confederación General Económica (CGE), César Tortorella, rechazó tanto la propuesta de devaluar como la de dolarizar (“ongelaría los precios relativos”dijo sobre la segunda). En representación de las PyMEs, se pronunció a favor de “n mercado interno fuerte”y con un “salariado con poder adquisitivo” diferenciándose de Bulat en el sentido del “osto argentino” Y luego enumeró un programa donde se reivindicaba el mecanismo de la “oncertación”y el rol del Estado.
Finalmente, cuando se desarrollaba la exposición del ingeniero Resnik Brenner (Centro de Ingenieros) y aún restaba la participación de los representantes del CENIT y del grupo de la UBA que elaboró el plan Fénix se conoció la noticia sobre el estado de sitio.