19 de junio 2019 - 00:00

Senado: PJ dilata conducción y duda sobre guerra para recuperar cargos de Pichetto

Se reiteró ayer la negativa a cualquier contacto con el cristinismo. Dilemas por banca en Consejo de la Magistratura y por comisiones que están hoy en manos del rionegrino, ya que a exintegrantes (hoy en otros espacios) nunca se les pidieron explicaciones. Trifulca podría replicarse en Diputados.

Carlos Caserio, Pedro Guastavino, José Mayans y Norma Durango
Carlos Caserio, Pedro Guastavino, José Mayans y Norma Durango

El peronismo en el Senado sufre aún el mazazo que le aplicó días atrás su extitular, Miguel Pichetto, quien se alejó del bloque para convertirse en el candidato a vicepresidente con el que Mauricio Macri buscará la reelección. Ayer, y tras varias vueltas y juego a las escondidas de varios legisladores, la bancada estiró la definición sobre su conducción para el próximo martes, donde tendrá que decidir si activa o no una guerra por todos los espacios que ocupa hoy el rionegrino, tanto en el Consejo de la Magistratura como en la Cámara alta.

“Fue indigno lo que hizo, pero ahora tenemos que reorganizarnos rápido para contener a los compañeros y recuperar los espacios que tiene Pichetto en nombre de nuestro bloque y como legislador de nuestro espacio. No sólo hablamos de la banca en el Consejo de la Magistratura, sino también de varias comisiones, algunas sensibles, como la bicameral de los servicios de inteligencia y otras más”, disparó ayer un enojado integrante del PJ a Ámbito Financiero. No obstante, un considerable grupo de legisladores justicialistas no tienen intención de pelear a fondo por estas cuestiones, al menos, hasta que se aclare el panorama electoral.

Esa guerra podría convertirse en un activo virulento que se replicaría hacia otros bloques más pequeños -e incluso en la bancada de Unidad Ciudadana- por legisladores que se fueron del PJ en los últimos meses, como el caso de los tucumanos José Alperovich y Beatriz Mirkin (Tucumán) y la cristinista Silvina García Larraburu (Río Negro). El justicialismo ya cuenta a los tucumanos como de regreso y busca sumar a la puntana María Eugenia Catalfamo.

Misma situación se daría en Diputados si es que se tensa la cuerda. La campaña ya se lanzó y el interbloque Alternativa Federal está dividido entre una parte que no quiere ruidos internos y otra que ya se abrazó anoche al precandidato a presidente del cristinismo, Alberto Fernández. Muchos de ellos pelean por estos días por un lugar en sus listas e incluso con trifulca asegurada tras el regreso de Sergio Massa al camporismo. Un caso es Jujuy, donde el tigrense metió la nariz y ya rompió un preacuerdo inicial que existía sobre la lista de legisladores nacionales.

En el Senado, el peronismo intentará la semana próxima definir la titularidad de la bancada, aunque no se descarta una conducción colegiada entre los actuales vicepresidentes, el ayer ausente Carlos Caserio (Córdoba, quien responde al gobernador y opositor “friendly” Juan Schiaretti) y José Mayans (Formosa, línea directa del inoxidable mandatario Gildo Insfrán), respectivamente, aunque surgió en la danza de nombres el entrerriano Pedro Guastavino. También se discutirán cargos para Sigrid Kunath (Entre Ríos, y quien ya cuenta con un espacio de conducción en el bloque), y Norma Durango (La Pampa), entre otras.

Una vez más, el PJ del Senado rechazó cualquier tipo de acercamiento al cristinismo. “Unidad Ciudadana es otro espacio político. A nosotros nos toca consolidar lo que tenemos, contener y ordenar”, aseguró al mediodía de ayer el chubutense Alfredo Luenzo (Chubut). Durante la tarde se intentó forzar, sin éxito, un nuevo convite, y todas las definiciones pasaron para el martes próximo. En el medio, también aparece la campaña y los movimientos en torno al espacio que tiene como precandidatos a presidente y vice al economista Roberto Lavagna y al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, respectivamente.

En resumen, una mermelada de eventuales desconexiones que poco servirán en el Congreso si se empujan miniguerras por espacios de poder, ya que el Congreso sesionará poco y nada hasta que se defina un nuevo Gobierno. Diputados aún mantiene la esperanza de ir al recinto el miércoles próximo, aunque el temario pende de un hilo por tironeos varios sobre las espinosas leyes de góndolas y la de semillas.

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