8 de abril 2005 - 00:00

Casi es una tragedia

Señor Director:

Todo duró menos de 10 segundos. Felizmente no pasó nada pero podría haber sido tragedia. El domingo 3 de abril, aproximadamente a las 22.30 horas volvía junto a mi esposa de una reunión familiar, circulando por la autopista Perito Moreno hacia Liniers. Luego de cruzar el peaje y a la altura de la bajada de avenida Alberdi vi por el espejo retrovisor que dos autos venían corriendo « picadas». Se notaba, por la cercanía entre sí, que se traducía en cuatro faros paralelos y encandilantes.Yo transitaba por el segundo carril del lateral izquierdo y el velocímetro marcaba 100 km/h por lo que estimo que la velocidad real era de 90. Aquellos dos vehículos me alcanzaron en fracción de segundo. El que venía por el carril pegado al guard rail me pasó como exhalación (calculo que no bajaría de 150 km/h) y el que lo apareaba se clavó detrás de mí con tal vehemencia que, al llenar de luz mi espejo retrovisor, pensé que «me pasaba por arriba». Realizó la maniobra de sobrepaso por mi izquierda y a pesar de los vidrios polarizados de ese auto rojo que acaso fuera un Gol o Corsa, divisé a tres jóvenes que me gesticulaban y, no conformes con ello, realizaron dos veces peligrosísimas maniobras zigzagueantes de encierro para luego acelerar a fondo y perderse rápidamente: habían perdido la «picada».

Creo que la providencia, el destino o mi experiencia de 39 años de registro profesional copiando la maniobra sin perder el control del vehículo hicieron que tal circunstancia no terminara en desgracias personales a todos los involucrados y aun a otros automovilistas ajenos al hecho.

Ojalá que ésta sea leída por los desaprensivos adolescentes que desprecian hasta su propia vida o quizá haga reflexionar a los padres que ceden su auto a los hijos «ejemplares» que se envalentonan en grupo o « estimulan» de cualquier forma. Aunque sólo sirva para que una vez instalada no resulte necesario conseguir abogados penalistas que atemperen los sumarios, haciéndolos caratular de accidente fatal o de homicidio culposo.

Luis Biggio - CI: 5.550.613 [email protected]

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