8 de agosto 2003 - 00:00

Cuestionan los viajes de Kirchner

Señor Director:

Resulta irritante que el Presidente viaje todos los viernes a Río Gallegos, lo que supone: gastos de avión, tripulación, teléfonos, estadía de custodios y comitiva, etc., implicando, además, un riesgo institucional.

Cuando se embarcó en esto, Kirchner hubiera tenido que saber que sus funciones debía ejercerlas en la Casa Rosada y en Olivos y que ser presidente obliga a sacrificar muchas cosas. Si extraña sus pagos, su familia, sus amigos, sus hábitos, sus camarillas y todo lo demás, no se hubiera metido en esto.

En medio de la crisis que vivimos es inaceptable tanto gasto. Claro, como todo le está permitido, nadie repara en esto, que no es un detalle minúsculo. Aunque así lo fuera, si es tan afecto «a los gestos» que la prensa obsecuente queda disfónica destacando, ¿por qué no hace un gesto y se queda en Olivos?

Ramón Echepar

Capital Federal

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