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Baja del dólar no alivia a Detroit
u$s 30.000 -precio al que él desea que el público compre los Impalas de Chevrolet-, semeja los lamentos que le hemos escuchado a Detroit por decenas de años.
En 1984, por ejemplo, cuando el dólar estaba en unos 245 yenes, el presidente ejecutivo de Ford, Phil Caldwell, dijo: «No hay ningún mal de Ford que un yen a 140 no pueda corregir».
Y, en medio de las fluctuaciones monetarias a través de los años, fueron aumentando su cuota de mercado en Estados Unidos. Los fabricantes de automóviles japoneses y europeos, ansiosos de mantener su rentabilidad, podrían sentir ahora un apremio financiero de corto plazo porque sus ingresos en dólares están disminuyendo cuando los calculan en sus monedas nacionales. Esto no quiere decir que los fabricantes extranjeros perderán las cuotas que han ganado últimamente. «La flaqueza del dólar es temporal», dijo David Littmann, economista jefe de Comerica Bank. «La meta verdadera de las automotrices es fabricar vehículos que mantengan un alto valor de reventa».
El plan comercial de Honda no se centra en los vehículos individuales sino que supone que un tipo de cambio de 100 yenes por dólar sea rentable, dijo Andy Boyd, un portavoz de la firma. «Además, muchos de los vehículos que vendemos en Estados Unidos tienen un contenido estadounidense de 90%», dijo Boyd, de modo que la penalidad económica de un yen más fuerte no se hace sentir tanto como en los días en que Honda dependía de piezas importadas del Japón. General Motors, la cual dijo la semana pasada que las ganancias del segundo trimestre aumentaron más del doble a $ 1.290 millones, también merece elogios por contener una crónica erosión de su cuota de mercado. La firma logró estas hazañas mejorando los vehículos y la eficiencia. Ahora, cuando los fabricantes de Detroit han bajado a cerca de 65% del mercado, las mejoras de General Motors han sido a costa de Ford, no de los grandes productores japoneses y alemanes.
Durante los ’0, la fuerza del dólar les permitió a General Motors y Ford adquirir participaciones en varios fabricantes de autos asiáticos y europeos. General Motors tiene intereses financieros en Isuzu Motor Corp., Suzuki Motor Corp., Fuji Heavy Industries Ltd., un interés de 20% en la división de automóviles de Fiat SpA y está tramitando la compra de activos de Daewoo Motor Co. Ford compró
Jaguar, Volvo, Aston Martin y un tercio de Mazda Motor Corp. Ambos fabricantes estadounidenses tienen extensas propiedades europeas, lo que les rinde beneficios monetarios cuando el dólar se fortalece.
Con todo y las ventajas de corto plazo en términos de costos que la flaqueza del dólar podría darles ante los rivales japoneses, las automotrices saben que eso tiene su precio. Un dólar débil «también quiere decir una economía estadounidense más débil, y no sé qué fabricante de autos se alegraría de eso», dijo George Pipas, analista de mercado de la división de ventas de Ford.
Los fabricantes automovilísticos que son eficientes en producir los mejores vehículos suelen seguir prosperando. Los altibajos del dólar, el euro y el yen nunca han significado menos.
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