16 de junio 2003 - 00:00

Con nuevos encantos

Con nuevos encantos
A partir del Volvo S 80 la marca ha dejado olvidados esos diseños cuadrados, tipo caja de zapatos, que durante tantos años fueron un estilo muy marcado en su gama de productos. La identidad de marca sigue presente en ciertos rasgos, pero lo mejor es que las líneas de sus últimos modelos van ganando nuevas formas que le permiten ganarse más adeptos, porque más allá de los gustos personales, en general el Volvo S 60 que hemos probado causa una grata impresión. Este diseño gusta y en esto tiene mucho que ver el estilo que va delineando su jefe de diseño, Peter Horbury, aunque las líneas maestras han sido realizadas por Geza Loczi, en el centro Volvo Monitoring & Concept Center, ubicado en California, Estados Unidos. El hecho que fue tomado por Ford le permite una representación más fuerte en la Argentina y sería bueno, para armar una base sólida, contar con una red mayor de concesionarios tomando en cuenta que, al haber tenido varios cambios de importadores, no ha quedado fortalecida en su cantidad de concesionarios. Una prueba con el modelo S 60, dotado de un motor con 200 CV, nos permite tener otras sensaciones. Existe un punto que siempre ha sido admirable en sus vehículos y es la posición de manejo. En esto contribuye mucho la ergonomía del asiento. Con regulaciones eléctricas y tres memorias de posición se consigue una postura ideal, sin importar la medida del cuerpo.

Al alcance de la mano

Los principales mandos se encuentran al alcance del conductor y todas las funciones tienen botones y perillas grandes y bien legibles. Inclusive su tablero de instrumentos permite ver las principales funciones sin contratiempos. El único punto conflictivo de visibilidad es el sector posterior debido a su baúl alto y a los parantes. El espacio posterior es adecuado y un poco más amplío que algunos rivales de su segmento. El baúl cuenta con una capacidad de 425 litros. Una cifra promedio en autos de su clase. El motor es una máquina de dar satisfacciones. Con un empuje inusual desarrolla una velocidad máxima de 226,2 kilómetros por hora y acelera de 0 a 100 en 8,5 segundos. Teniendo en cuenta la caja automática y sus prestaciones los consumos son adecuados y «la frutilla del postre» es su elasticidad, es decir su poder de reacción. Necesita apenas 6,4 segundos para pasar de 80 a 120 kilómetros por hora. ¡Fabuloso! Las reacciones están garantizadas por el turbo y por el par motor máximo que se mantiene entre las 1.800 y 5.000 rpm.
Por el lado del comportamiento dinámico se acabaron los Volvo aburguesados que sólo apuntaban al confort. Aquí, se quiere tentar a un nuevo cliente más joven que es seducido principalmente por el Audi A4, BMW Serie 3 y Mercedes-Benz Clase C. El resultado logrado es digno de elogio. Tiene un comportamiento deportivo que se percibe en el reglaje de sus suspensiones. Los frenos dotados del antibloqueo cumplen su función. Las distancias de frenado son correctas pero no deslumbran y con el pedal se puede graduar muy bien la intensidad del frenado. La dirección es eficaz, pero un radio de giro un poco mayor sería bienvenido. La seguridad es una de las principales preocupaciones de la marca. Tiene airbags delanteros con dos niveles de inflado, laterales para conductor y acompañante y los llamados de cortina o cabeza y el denominado WHIPS, un sistema muy útil ante los choques posteriores. Es para destacar pero también es cierto que se puede tener más. Algunos competidores cuentan con airbags laterales para los pasajeros posteriores y el control de estabilidad (llamado ESP en las otras marcas y que en Volvo lo llaman DSCT). Cuenta con control de tracción (STC) que la marca en un juego de palabras de marketing también lo llama de estabilidad y de hecho en cierta medida también lo es, pero no llega a ser tan sofisticado como el de estabilidad propiamente dicho. Por esto, si bien tiene todo lo básico que se le puede pedir a un auto de este precio también le faltan algunos equipamientos como los mencionados airbags laterales traseros, el control de estabilidad (DSCT), faros de xenón, asiento del acompañante regulable eléctricamente, encendido automático de las luces, cierre automático de puertas, espejo retrovisor con sistema de antideslumbramiento y limpiaparabrisas con sensor de lluvia. La garantía de sólo un año no está de acuerdo al valor del auto, en especial sabiendo que en el mercado se ofrecen pick-ups y autos con costos muy inferiores con garantía de tres años o 100.000 kilómetros. En Europa, esta versión cuesta en promedio 34.800 euros y aquí se piden 52.000 dólares, por lo cual la carga impositiva en el precio de los autos sigue siendo muy elevada (más de 40% del precio del auto en la Argentina es impuesto). En suma, hay un nuevo Volvo S 60 que cuenta con importantes atributos digno para ser disfrutado por su motor, seguridad, prestaciones y comportamiento dinámico.

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